Tuve la suerte de participar en un simposio satélite de la compañía Ipsen y estuvimos hablando, comentando con los doctores Bernard Escudier, Tom Powles y Tony Choueiri sobre el manejo de los pacientes con cáncer renal en general. Concretamente mi parte en el simposio fue la de hablar de la segunda línea. Cuando los pacientes han fracasado a un inhibidor de tirosina.quinasa.
Ahora tenemos al menos cinco opciones de tratamiento aprobadas; las clásicas de everolimus, axitinib, a las cuales se ha añadido, tres opciones en el último año, nimolumab el inhibidor de PDI, cabozantinib el inhibidor de tiroxina quinasa junto con c-MET y la combinación de lenvatinib everolimus. Estuvimos haciendo los datos, intentando ver cuáles son los factores clínicos tumorales y de los propios fármacos, de los efectos adversos que puedan dar, que nos puedan ayudar a seleccionar mejor a los pacientes, en el día a día.
Fue una ponencia y fue una discusión, en base a la clínica, a la práctica diaria del día a dia. Si ustedes la pueden descargar, está en streaming disponible. Y yo creo, que fue fructífera la discusión y es desafortunadamente, no tenemos unos biomarcadores objetivos moleculares, que nos ayuden a seleccionar. Con lo cual, las distintas opciones de tratamiento deben adaptarse al perfil clínico y de dinámica de crecimiento tumoral, en cada una de las situaciones.