Cada vez vemos la complejidad de la biología tumoral está aprendiendo, que bueno, solamente unos pacientes puedan, de hecho, beneficiarse de la terapia dirigida en monoterapia y que muchos pacientes incluso, los que tienen beneficio, al final van a aparecer, mecanismo de resistencia, que hacen que las combinaciones, puedan revertir su mecanismo de resistencia y beneficiarse más.
Y por otro lado, tumores que no sean tan adictos a una sola vía, la posibilidad de tener combinaciones, va a hacer que puedan tener una mejor respuesta.
La realidad es que hoy por hoy. tenemos tantos fármacos, que tenemos que desarrollar las combinaciones de una manera responsable. ¿Entonces, esto como se hace? Pues tenemos que entender mejor la biología tumoral, para por un lado poder encontrar, cuáles son las bases de su mecanismo de resistencia y poder pensar, combinaciones que sean lógicas, y por otro lado, hacer hipótesis solidas sobre porque al combinar dos fármacos íbamos a tener un efecto sinérgico o un efecto aditivo.
Esto da posibilidad a los pacientes para tener mayor efecto, tanto en terapias dirigidas, como en inmunoterapias, donde también vamos viendo, que habrá distintas alteraciones de los tumores, que permitan elegir ciertas combinaciones de fármacos, para que aquellos pacientes, que no respondan a inmunoterapia, quizás logren una respuesta.
¿Por otro lado, también comentar no? que esto ofrece la posibilidad, de fármacos que por si solos, no la conseguir la aprobación porque a lo mejor no tienen tanta actividad inmunoterapia, dentro de una combinación de fármacos, sí que tengan su función, al ser sinérgicos con otro fármaco y así poder reposicionar ciertos fármacos.
Creo que es un momento muy atractivo, muy emocionante en este campo, porque cada vez tenemos más fármacos, tenemos más conocimientos y tenemos mejores tecnologías, que hacen que podamos diseñar, estas combinaciones de una manera más apropiada. Cada vez tenemos diseños de ensayos clínicos, que permiten evaluar estas combinaciones de una manera mejor.