Proyecto Daniel es una asociación sin fines de lucro, que nace a raíz de la necesidad de mi hijo Daniel quien a los 15 años fue diagnosticado con un osteo sarcoma. En ese momento, eso fue en el 2004, nos dimos cuenta que en Costa Rica, un joven después de los 12 anos 9 meses ya no era aceptado en el Hospital Nacional de niños y tenía que ser tratado en un Hospital de adultos rodeados de cómo y con adultos.
Gracias a que Dios sabe hacer las cosas que sabe hacer, Daniel fue recibido como una excepción en el Hospital de niños, y al verse como un afortunado, decide que no es justo que el resto de los jóvenes de su edad no tuvieran las mismas oportunidades que el, y decide que el va a hacer un Hospital para adolescentes. En el caso de Daniel, era Daniel y los chiquitos, pero en el caso de otros jóvenes como el, eran ellos y viejitos normalmente.
Entonces Daniel pensó lo importante que era para un adolescente ser tratado como adolescente. Sabemos que las necesidades de un adolescente son muy diferentes a las de un adulto o las de un niño, ese fue un sueño que nos dejó Daniel. El plan de Dios fue que Daniel muriera a los 19 años después de 4 años de lucha y ese fue el sueño que nos heredó, después de eso nació proyecto Daniel en el 2010 y actualmente trabajamos con jóvenes entre los 13 y 25 años con el fin de que a pesar de reto de su enfermedad sigan siendo adolescentes, siguen disfrutando de la vida como cualquier joven sano.
Sabemos que pueden tener cáncer, pero que siguen teniendo los mismos gustos que cualquier joven saludable de esa edad.
¿Cuánto ha crecido el proyecto?
El proyecto ha crecido mucho, hemos sido un proyecto muy bendecido por Dios y hemos logrado que tanto el Hospital San Juan de Dios como el Hospital México nos dieran unos espacios el cual el proyecto Daniel con sus propios fondos logro remodelar y readecuar e hizo cuartos pensando en adolescentes. Antes de esto los adolescentes eran tratados a la par de adultos, el medico no había tenido el sentido común de separarlos, y un joven por ejemplo un chiquillo de trece años estaba rodeado de adultos mayores que lo que decían lo único que quiero es irme a mi casa y me quiero morir, y uno necesitaba que él quisiera seguir luchando por la vida, Uno quería abrir una ventana para un adulto mayor era mucho chiflón o si quería escuchar música mucha bulla. Entonces sentimos que cada persona necesita tener su propio contexto y que los jóvenes necesitan tener un espacio solo. Esto es lo que hemos logrado en estos dos hospitales y muy pronto vamos a estar en un tercer lugar aquí en Costa Rica.