El día de mañana vamos a estar presentando recomendaciones sobre el uso de la tomografía por emisión de positrones, enfocada principalmente para los linfomas. En este caso, con las nuevas tecnologías y adquisición de imágenes del uso de los aceleradores lineales pues han venido modernizándose las terapias radiantes para tratar ese tipo de neoplasias.
La tecnología por emisión de positrones utilizada sobe todo por lo que sería el FEG, pues en el caso de los Linfomas, al ser neoplasias muy heterogéneas pueden establecer un mejor abordaje radioterapéutico, el hecho es que las nuevas terapias nos van a permitir focalizarnos realmente en el sitio donde debemos prescribir nuestras radiaciones, focalizar mejor nuestras terapias, y disminuir lo que serían los efectos secundarios en los pacientes.
Dejar de abarcar campos tan amplios y de acuerdo a las nuevas guías del “International Linfoma Oncology group” sobre irradiar volúmenes más pequeños y en caso de que se presenten recaídas poder re-irradiar a nuestros pacientes dentro de los umbrales de toxicidad posible.
El uso de la PET-CT, debemos tener ciertos criterios de calidad para que podamos incorporarlos en lo que sería el proceso de planificación de radioterapia. En el caso de que muchas veces utilizamos imágenes tomografía de positrones de tipo diagnóstico, lo cual compromete mucho lo que sería la fusión para realizar el contorneo de nuestros objetivos blanco en la terapia radiante.
Por lo tanto las recomendaciones que voy a brindar basado en el consorcio de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica y la Sociedad Española de física médica y la Sociedad Española de Medicina nuclear e imagen molecular, nos brindan recomendaciones sobre los tiempos de la adquisición de la PET-CT para planificar radioterapia, los momentos adecuados, entender que la adquisición para planificar esas terapias radiantes y conformar mejor de manera tridimensional involucrando aspectos biológicos de los Linfomas, aprovechar mejor nuestras dosis de prescripción.