Hoy tratamos un tema muy importante, que es hasta donde llega el papel del cirujano para curar una enfermedad que por desgracia es una enfermedad sistémica. Todos los tratamientos que nosotros hacemos van dirigidos a quitar el tumor, pero hay un punto ya que por más cirugía que uno haga no va a mejorar el pronóstico del paciente, y ese pequeño equilibrio entre el beneficio terapéutico y la morbilidad y las consecuencias de la operación, queda muy todavía en el aire.
Hoy tratamos de aclarar hasta donde llega el papel del cirujano, hasta donde hay que operar y donde ya después de cierto punto ya no hay beneficio. Entonces ya hoy presentamos nuestros datos, nuestra experiencia, de todos los pacientes de pacientes que hemos tratado por varias décadas de dedicarnos a eso, y hemos visto que el punto ideal es una Linfadenectomia de una cierta parte del estómago y hacer una reconstrucción que hay varias opciones pero que tenemos una favorita que diremos más adelante.
¿Cuántos de estos pacientes se decide no operar más?
De todos los pacientes que tenemos, tenemos 500 pacientes que si logramos operar, hay 127 que desgraciadamente están en un estadio que ya no era curable, entonces es un procedimiento paliativo únicamente.
¿Cuántos de estos pacientes son diagnosticados a tiempo?
De los que se curan, de los que operamos, el 27%, que es un tercio un numero bastante alto de la población global es como una de cada 5 de los que logramos desecar y los que no.
¿Que se necesitaría en Costa Rica para para detectar este cáncer a tiempo?
El cáncer gástrico, por desgracia es una enfermedad asintomática, y este es el principal problema, y el tamizaje de esta enfermedad es espectacularmente caro, por la tecnología y los recursos que requiere. Lo que hay que es ante la historia familiar, antes los factores de riego como la dieta, los parientes con cáncer, tener un umbral bajo para hacerse una gastroscopia que es el tratamiento para lograr detectar el tumor y lograr tomar una biopsia.