Básicamente es contar nuestra experiencia, hasta el 2013 contábamos con tecnología antigua con equipos de cobalto, en ese momento los niños más complejos se derivaban a la parte privada, pero ya desde el 2013 contamos con aceleradores lineales ofreciendo mejores tratamientos a nuestros niños.
¿Cuáles son los datos epidemiológicos de Republica Dominicana?
República Dominicana es un país de unos 10 millones de habitantes, tenemos en esa población un 30% de niños menores de 18 años. Lo que uno espera es tener unos 350 casos de diagnóstico infantil. De estos, se estima que el 50% esta sub-diagnosticado o mal diagnosticado, por no llegar a centros de primer nivel. Esto se divide en principalmente el Hospital infantil Robert Reid Cabral, que es el principal centro, no oncológico sino Hospital infantil, ellos tienen las mejores estadísticas del país, porque tienen convenio con la sociedad San Jude, y ha hecho que sus datos mejoren considerablemente, allí se concentra el 30%.
El otro 70% está dividido tanto del Instituto de dónde vengo como centros privados. Allí la población es bien dispar, tenemos una gran cantidad de niños menores a 10 años, un 60% serán niños menores a 10 años, y el resto ya está disperso en toda la población pediátrica hasta los 18 años, en sus distintas patologías.
Mencionen las fundaciones y asociaciones que colaboran en la lucha contra el cáncer infantil en República Dominicana.
En el área pediátrica el convenio más importante es vía la población San Jude, que trabaja tanto en el centro oncológico Dr. Heriberto Pieter como con el Hospital infantil Robert Reid Cabral. Es donde están la gran cantidad de convenios de los protocolos, y es de gran ayuda para nosotros. Esta misma fundación ayuda con el tratamiento de nuestros pacientitos, recordar que nosotros como isla compartimos con Haití, entonces Haití tiene una gran población también que viene hacia nosotros a ser tratados, y es gracias a la fundación San Jude que estos niños pueden acceder a costear sus tratamientos.
Tenemos también que son miembros de la asociación latinoamericana de cáncer infantil, como también instituciones locales como FACCI que es una institución de ayuda al cáncer infantil, es gente de la vida común que aporta para que estos niños puedan recibir sus tratamientos, ayudar en hospedaje, soporte en comida, recordar que somos un país pobre donde hay una cantidad que si bien puede tener un seguro médico, acceder a lo que es movilizar a un niñito por las grandes temporadas es un gran desafío para muchas familias.