El cáncer en Colombia es un problema de salud pública, porque afecta a muchísimas personas y ocasiona una alta mortalidad. En Colombia se calcula que cada ano, habrá unos 80 mil nuevos casos de cáncer diagnosticados, de los cuales aproximadamente unos 30 o 40 mil irán a fallecer por esta enfermedad.
Afortunadamente estamos en una transición de tener un sistema de salud que permita ofrecerles a los colombianos una cobertura gratuita. Sin embargo, eso en la práctica no es real. Tenemos muchos problemas, y a pesar de que yo soy uno de los que reconozco que la atención para el paciente con cáncer en los últimos años ha mejorado muchísimo con respecto a lo que había visto de ser lo óptimo, pero creo que ha habido un progreso importante, no lo podemos desconocer. Pero vuelvo y repito, no es que estemos contentos. Hay mucho por mejorar.
Los tumores que con mayor frecuencia se diagnostican en el país son el cáncer de cuello uterino, en la mujer, el cáncer de seno, cáncer gástrico y cáncer colorectal, y en los hombres, el cáncer de próstata es el número uno, el cáncer gástrico, el cáncer colorectal y aparece el cáncer de pulmón.
Hago énfasis en el cáncer de cuello uterino, que es una enfermedad que no debería matar a nadie hoy en día en el siglo XXI. Sin embrago, es la segunda causa de mortalidad en nuestro país. Digo que no debería producir ninguna muerte, porque es un cáncer que hoy en día se podría prevenir con la vacunación del VPH, y tenemos otra gran herramienta que es la citología. La citología, y hoy en día el DNA del VPH permite un diagnostico precoz del cáncer de cuello uterino, y en esos casos las posibilidades de curación son del 100%.
Lamentablemente, y lo digo con mucha tristeza, en el país se mueren 3000 mujeres cada ano, con cáncer de cuello uterino, una enfermedad que debe ser prevenible en todo sentido, y esperamos que, en la siguiente generación, para el año 2030/2040, la mortalidad disminuya de manera importante, porque se están haciendo grandes esfuerzos. Hay que reconocer que el estado colombiano hoy día ofrece la vacunación en contra el VPH de manera gratuita, a todas las niñas entre los 9 y los 12 años.
Pero hemos encontrado a una situación lamentable, y es que hay ciertas situaciones, circunstancias, que han complicado la vacunación por una serie de eventos adversos que se registraron en una población del país, que afecto a unas 200 niñas, y eso hizo que se le hiciera una muy mal propaganda a la vacunación y la están atacando fuertemente, cosa que nos duele, porque es un programa que obedece a una política de estado, no es del gobierno de turno, es del estado colombiano, que va encaminado a cambiar la historia natural de este cáncer, que tanto dolor y tanta muerte ocasiona en este país.
Pero nos encontramos con estas situaciones de las cuales, yo soy el primero en lamentarlo, por las niñas que se vean afectado por esto, pero no estoy de acuerdo de que se ataque el programa de la vacunación. Habrá que orientarle la atención a las mujeres que se han visto afectadas por esta situación que no estoy muy seguro de que sea relacionado a la vacunación del VPH sino a algo que habrá que estudiar, se está estudiando, pero en ningún momento parar esto, porque yo creo que el beneficio, a nivel de salud pública, para las mujeres especialmente, es enorme, y pocos países en el mundo se pueden dar el lujo de decir que la vacunación contra el VPH es gratuita.
No la tienen en Estados Unidos. En Colombia lo tenemos, al igual que en México y Brasil y otros países. Hay más de 54 países que están ofreciendo esta vacuna de manera gratuita, para la población inclusive más vulnerable, porque una mujer de estrato económico alto no se va a morir de cáncer de cuello uterino. Sabemos que las que se mueren de cáncer de cuello uterino son las mujeres más pobres, las que tienen más dificultades para acceder a la atención médica, y eso es lo que yo lamento, que estamos dañando el programa que iba a beneficiar, y que va a beneficiar, dependiendo de la esperanza que se mantenga. La población más vulnerable de nuestro país que son las mujeres con menos privilegio socia-económico.
¿Cuáles son las políticas del estado colombiano con respecto al cáncer?
Tenemos que reconocer que hay una política del estado con respecto al cáncer, y el gobierno ha lanzado un plan, que se llama el Plan Decenal del Cáncer, que debe terminar en el año 2021, donde se han establecido unas metas que debemos cumplir toda la sociedad colombiana para ayudar controlar la enfermedad.
En esto el Instituto Nacional de Cancerología, el Instituto Nacional de Salud y el Ministerio de Salud, con toda la sociedad civil, que está vigilando que esos proyectos se cumplan y es del interés de la liga colombiana del cáncer, estar atento, luchar y exigir que el plan decenal se cumpla. Hay dificultades, como en todas partes, pero, tenemos la voluntad de lograr que la historia del cáncer en el país cambie, en los siguientes 10 años.
En su opinión, ¿Qué aporta ASCO a Latinoamérica?
No lo digo yo, creo que lo dice todo el mundo que ASCO es, tal vez, la organización a nivel mundial más importante que tiene que ver con oncología, porque en ASCO se reúnen cirujanos, patólogos, oncólogos, clínicos, radioterapeutas, enfermeras, es realmente tal vez la reunión de oncología más importante del mundo. Tenemos la oportunidad de interactuar, de escuchar, preguntar, aprender de muchas experiencias de diferentes países, tanto países desarrollados como países en vía de desarrollo.
Se tocan temas que son indudablemente importantes. Por ejemplo, hay un tema que hoy escuchaba en una de las conferencias que tiene que ver con oncología en personas de la tercera edad, lo que se llama la geriatría oncológica.
En nuestro país creo que no hay ni un solo oncólogo clínico especializado en geriatría, y resulta que los siguiente 15 más del 50% de los pacientes con cáncer en Colombia, van a ser de la tercera edad, y no se habla de eso. Nosotros nos hemos dado cuenta de las implicaciones que tiene eso, y como decía alguien, esto va a ser un tsunami de pacientes de la tercera edad con cáncer y no estamos preparados para atenderlo y no sabemos cómo atenderlos, porque no es los mismo tratar un cáncer en un niño o un adulto joven, que en un anciano.
Es un tema que me llama mucho la atención, tal vez porque ya estoy cercano a la tercera edad, pero creo que es una situación que el estado y las sociedades científicas tienen que mirar, que no es lo mismo tratar un adulto con cáncer que un anciano, por las diferentes morbilidades que acompañan en el paciente anciano, la dificultades que los tratamientos oncológicos le pueden ocasionar al paciente anciano, y que así como hoy en día hay oncólogos pediatras especializados en tratar niños con cáncer.
Yo creo que es mandatorio comenzar a hablar sobre la oncología geriátrica y preparar los oncólogos a que atiendan a esa población que vuelvo y repito es un grupo muy complicado de manejar, por la edad, por el desgaste de sus organismos, por la polifarmacia que suelen llegar. Había escuchado en una conferencia esta mañana, que el promedio de un paciente con cáncer en la tercera edad tiene unas tres o cuatro enfermedades cardiacas, renales, pulmonares.
Obviamente, todo eso tiene implicaciones terapéuticas, y hay que saberlas, y resulta que no es lo mismo, vuelvo y repito, tratar a un adulto sano que un anciano con 80 años y todos los danos, o comorbilidades que lo acompañan.
Yo creo que es un tema de enorme importancia y creo que no le hemos puesto la atención debida, y yo creo que eso es una de las cosas que ASCO hace, exponer ideas, discutir ideas, poner problemas en el tapete para que cada uno en su país tome partes en el asunto. Es algo que yo creo que se lo debemos al ASCO y también otras organizaciones europeas, el ESMO, tratan de ayudar de la mejor manera a las sociedades científicas de diferentes países, e inclusive países con niveles de desarrollo diferente. No es lo mismo los Estados Unidos, Inglaterra, que Colombia o Uganda o Haití. En todos estos países hay seres humanos que merecen la atención adecuada, para tratar de ayudarlos en lo que haya que ayudarlos.