Dr Enrique Roca - Hospital de Gastroenterología Dr Carlos Bonorino Udaondo, Buenos Aires, Argentina.

Yo conocí SLAGO personalmente en el simposio anterior, en el año 2013.

Sabía de SLAGO, compañeros míos me habían comentado pero verlo me entusiasmó, me pareció que era un lugar que ocupa una posición en el mundo para responder a preguntas de los que trabajamos exclusivamente en tumores digestivos o los que se pueden interesar en el tema, que es fuerte porque bueno congrega diferentes visiones latinoamericanas.

Nuestra comunicación es muy pobre en general en Latinoamérica con respecto a incidencias, epidemiología, modalidades de tratamiento, calidad del tratamiento disponible, inequidades…
Todo no lo conocemos bien, y hay diferencias entre países pero hay un contexto general que es absolutamente similar y todos compartimos lenguaje, todos compartimos inquietudes por la pobreza de los recursos en salud, de modo que es muy rico lo que se puede hacer desde acá, y en ese sentido vine y traje a compañeros míos del hospital con intención de generar.

De poner fuerza para generar redes, redes de trabajo; quizás inicialmente en temas puntuales de epidemiología, pero probablemente después en algunos aspectos de tratamiento de determinados tumores que son casi huérfanos por la falta de apoyo general de la industria farmacéutica en localizaciones tumorales, que son más frecuentes en países periféricos y de dónde el mercado de la farmacología no es tan redituable, entonces me parece que tenemos un camino muy grande para hacer.

¿Usted cree que mencionada a la industria farmacéutica no es rentable en cuanto hablamos de Sudamérica puntualmente?

Hacen inversión pero en general nosotros tenemos los tratamientos que se han demostrado como efectivos y donde hay evidencia fuerte en el primer mundo. Nosotros tenemos patologías propias, por ejemplo hoy se discutió durante la mañana, con mucha angustia porque es un tema muy catastrófico, que hacer para mejorar los resultados en tumores hepato bilio pancreáticos, y la verdad que hay determinadas localizaciones dentro de esa patología que le pertenecen a Latinoamérica en forma muy importante, a sectores andinos, y hay núcleos de alta incidencia.
Pero eso digamos no es visto internacionalmente como un tema atractivo porque es un tema localizado generalmente, en poblaciones pobres, a pueblos originarios de América, entonces me parece que es nuestra obligación buscar el suficiente apoyo como para abrir a investigaciones externas.

¿Cree que aquí en SLAGO, puede surgir ese apoyo?

Pequeñas poblaciones para el mundo global pero para nosotros son altas, en determinados sectores no es toda América Latina homogénea, pero en determinados sectores hay patologías que son huérfanas entonces me parece que tenemos una obligación por lo menos de empezar a demostrar que esas patologías pueden tener tratamiento y después quizás el interés internacional se vuelque también a eso.
Así que tenemos esa obligación de mejorar nuestro abordaje de los cuidados paliativos que es un arma esencial en tumores digestivos y que está muy limitada, y muchas ciudades del interior de mi país que cuentan a lo mejor con tecnología de punta para hacer diagnóstico para determinados procedimientos, generalmente en el ambiente privado, pero que no tienen ni en privado ni en público equipos de cuidados paliativos que son esenciales a la hora de acompañar a un paciente de una enfermedad  terminal.
Entonces me parece que esto es otra virtud de SLAGO, está tomando este tema también.

¿Qué mensaje podría dar usted con respecto a los cuidados paliativos? ¿Es esperanzador el mensaje?

Si es esperanzador, a mí me parece que estamos viviendo otra etapa en el desarrollo de América Latina y me parece que deberíamos aprovecharla nosotros haciendo saber a las autoridades y a los poderes que hay cosas muy importante para hacer, para disminuir costos, para mejorar la salud de la población, para acompañar a los pacientes que no tengan tratamiento; me parece que hay mucho por hacer y soy optimista, quizás en este SLAGO pueda darse una primera reunión de un grupo latinoamericano con algunas ideas puntuales para hacer investigación clínica.

¿Qué impacto social tiene este tipo de convenciones en toda Sudamérica?

Y a mí me parece que es alto si bien es cierto que estamos dando nuestros primeros pasos, yo veo que hay tres congresos que se dedican a tumores digestivos en el mundo, uno es el de la Sociedad Americana de la Oncología Clínica del Capítulo Gastrointestinal que se hace en enero, el otro es uno muy fuerte que es el Congreso Mundial que la Escuela Superior de Oncología de Europa sostiene que es el de Barcelona que es a mitad de año, y a mí me parece que este viene a complementar esos tres puntos, fortaleciéndonos en una región en la que no tenemos demasiada comunicación.