FALP (Fundación Arturo López Pérez) es una institución que tiene alrededor de sesenta años de historia y de trayectoria, dedicada a la lucha contra el cáncer en todas sus formas, y que hoy por hoy se encuentra en un proceso de expansión muy importante, tanto del punto de vista tecnológico como de desarrollo médico.
Y desde el punto de vista, particularmente, la radioterapia, estamos haciendo un esfuerzo, una expansión y una inversión muy importantes, y estamos construyendo una plataforma tecnológica que nos parece que va a ser un aporte substancial para toda Latinoamérica y para Chile por cierto, comparable con las que hemos conocido en otras instituciones en Europa fundamentalmente.
Esta plataforma estará compuesta, a partir de fin de año, con el PET- CT con el nuestro propio ciclotrón que proveerá de radiofármacos para toda Latinoamérica. Pero además de eso, una plataforma cybernav y TomoTherapy, más acelerador combimat, más la Radioterapia Intraoperatoria, que usted ya conoció cuando fue hace poco a nuestra institución cierto portátil para realizar radioterapia intraoperatoria.
Eso sumado a la braquiterapia, nos permite ofrecerles a todos nuestros pacientes una plataforma completa, sólida, al estilo y al nivel de clase mundial.
¿Cuál será el alcance de este proyecto en base a la producción de fármacos en radioterapia?
La verdad es que nosotros hemos hecho un análisis que nos dice que la radioterapia puede todavía entregar muchísimo más al tratamiento del cáncer. Hemos analizado en detalle cual es el rol que juega la radioterapia especialmente en el primer mundo y en Europa, y nos damos cuenta que sobre el cincuenta por ciento, sesenta por ciento incluso de los tratamientos oncológicos la radioterapia tiene alguna participación, y un rol fundamental.
Lamentablemente en nuestro país, por diversas razones, muchas veces económicas, la radioterapia ha estado depreciada y participa no más del veinte por ciento de los tratamientos de cáncer. Nosotros queremos dar un salto y entregar una oferta de calidad para nuestros pacientes, para Chile y para todo el cono sur, y que se puedan contar con tratamientos de primer nivel, y que permita entonces ofrecer combinaciones terapéuticas que hoy día no están disponibles en Latinoamérica.
¿Cuál puede ser su mensaje para toda la comunidad médica en el área de oncología en Latino América?
Nuestro mensaje es que el cáncer hoy día es una enfermedad que es posible de enfrentar con optimismo. Tenemos de tratar de erradicar de nuestra mente la sucesión cáncer y muerte, hoy en día muchos de nuestros canceres son curables y dependen de la pesquisa temprana y la detección precoz. Y que también hoy día, muchos cánceres son tratables, como cualquier otra enfermedad crónica.
Tanto FALP como muchas otras instituciones están haciendo esfuerzos muy importantes en el desarrollo médico, en la investigación y en la tecnología, que nos van a permitir ofrecer tratamientos de primer nivel al igual que lo están ofreciendo al primer mundo, Europa y Estados Unidos.
