Un nuevo estudio insinúa que la genética podría tener un rol en el desarrollo del melanoma, incluso aunque las personas no sufran muchas quemaduras solares.
Pero algunos expertos de EE. UU. señalan que las personas no deben tomarse la noticia como una excusa para tostarse al sol, que se considera una importante causa del cáncer de la piel, que con frecuencia resulta mortal.
"No debe haber cambios en las recomendaciones actuales sobre la adopción de conductas seguras respecto al sol para la prevención del melanoma", advirtió Neil Box, profesor asistente del departamento de dermatología del Campus Médico de Anschutz de la Universidad de Colorado, que no participó en el nuevo estudio.
Pero otro experto, el Dr. Jeffrey Salomon, un dermatólogo, dijo que la genética sí parece tener un rol en el melanoma. Las llamadas mutaciones del gen BRAF se han vinculado con entre un 40 y un 60 por ciento de los melanomas, anotó, y "los medicamentos recién salidos que se dirigen a esa mutación tienen resultados significativos". Salomon es profesor clínico asistente de cirugía en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, en New Haven, Connecticut.
El nuevo estudio, llevado a cabo en Austria, fue dirigido por la Dra. Judith Wendt, de la Universidad Médica de Viena. Su equipo examinó variaciones en el gen receptor de la melanocortina 1 (MC1R), que afecta a la pigmentación de la piel. Los investigadores ya habían vinculado a ese gen con el melanoma, y las personas pelirrojas tienen el riesgo más alto.
El equipo de Wendt examinó los genes de casi mil personas con melanoma, y de 800 personas similares que no tenían cáncer de piel. La edad promedio de los participantes fue de 59 años, y hubo más o menos la misma cantidad de hombres y mujeres.
Los investigadores encontraron que el 47 por ciento de los que tenían melanoma reportaron más de 12 quemaduras solares en sus vidas, frente al 31 por ciento de los demás, lo que muestra que la exposición al sol es clave en la enfermedad.
Pero el equipo también encontró que el 41 por ciento de los pacientes de melanoma tenían dos o más variantes del gen, frente a solo el 29 por ciento de las demás personas.
Según los autores del estudio, los hallazgos plantean preguntas sobre si las personas con las variaciones genéticas están en un mayor riesgo de melanoma, independientemente de la exposición al sol.
El estudio no dice cuántas personas en general portan las variantes genéticas. Todos los participantes del estudio eran de Austria, una población mayoritariamente blanca, y los investigadores no respondieron a solicitudes de más información.
Box, el profesor de la Universidad de Colorado, dijo que el estudio presenta debilidades.
"No podemos estar seguros de que los hallazgos sean todo lo que se dice", apuntó, en parte porque las personas no tienden a recordar sus quemaduras solares con precisión. Otros métodos, como preguntar sobre las vacaciones cerca del agua, son mejores, añadió.
¿Y ahora qué?
"El público general debe seguir haciendo todos los esfuerzos por mantener la seguridad respecto al sol, sobre todo los... pelirrojos", la gran mayoría de los cuales portan estos tipos de variaciones genéticas, explicó Box.
Salomon, el profesor de la Yale, dijo que ciertas variaciones genéticas parecen en realidad aumentar el peligro por la exposición al sol, porque podrían reducir la cantidad de pigmentación protectora en la piel.
Si eso sucede, las personas podrían ser más susceptibles al daño cutáneo causado por los rayos UV del sol, advirtió. Como resultado, añadió Salomon, la exposición al sol sigue siendo "el más importante factor de riesgo de que esas personas desarrollen melanoma".
En cuanto a la prevención o el tratamiento del melanoma, Salomon dijo que los hallazgos podrían conducir a investigaciones para que las variaciones genéticas sean objetivos más importantes.
Fuente: Medline Plus