El linfoma de Hodgkin es una forma de cáncer que comienza en los glóbulos blancos de la sangre, y que con frecuencia puede curarse. Pero los jóvenes pobres negros e hispanos tienen menos probabilidades de sobrevivir a la enfermedad que sus pares blancos, muestra una investigación reciente.
"Este estudio identifica a unos subgrupos vulnerables de pacientes jóvenes de linfoma de Hodgkin con un riesgo más alto de morir de la enfermedad, y apunta a disparidades en la administración del tratamiento y en la atención de seguimiento como probables factores contribuyentes", señaló la autora del estudio, Theresa Keegan. Keegan es profesora asociada de la división de hematología y oncología de la Universidad de California, en Davis.
"Identificar y reducir las barreras para el tratamiento y la atención de seguimiento recomendados es esencial para mejorar la supervivencia de todos los pacientes", planteó Keegan en un comunicado de prensa de la universidad. Llevó a cabo la investigación mientras trabajaba en el Instituto para la Prevención del Cáncer de California.
Para el estudio, los investigadores siguieron a más de 9,300 pacientes de 15 a 39 años de edad diagnosticados con linfoma de Hodgkin entre 1988 y 2011. Examinaron los efectos que ciertas características de los pacientes tenían sobre la supervivencia, como la raza, la etnia, el estatus socioeconómico del vecindario, el tipo de tratamientos que recibieron, y si habían desarrollado otros cánceres o no.
Las tasas de supervivencia mejoraron con el tiempo, pero persistieron unas disparidades obvias, según el estudio, que aparece en una edición reciente de la revista Cancer, Epidemiology, Biomarkers & Prevention.
Independientemente de qué tanto había avanzado su enfermedad, los negros tenían un 68 por ciento más de probabilidades de morir de linfoma de Hodgkin que los blancos, halló el estudio.
Por otro lado, los hispanos diagnosticados con un cáncer en etapa más avanzada tenían un 58 por ciento más de probabilidades de morir que los blancos diagnosticados cuando su enfermedad se hallaba en una etapa parecida, dijeron los investigadores.
Los adolescentes y adultos jóvenes negros e hispanos con linfoma de Hodgkin que vivían en vecindarios pobres y los que tenían un seguro público o carecían de seguro tenían más probabilidades de ser tratados solo con quimioterapia y de no someterse a radioterapia, apuntaron los investigadores.
Los jóvenes sin seguro o con seguro público tenían el doble de probabilidades de morir de la enfermedad, aunque su enfermedad se detectara temprano, halló el estudio.
"El linfoma de Hodgkin, un cáncer común en adolescentes y adultos jóvenes, ha sido una de las grandes historias de éxito de la oncología", comentó la autora principal del estudio, la Dra. Sally Glaser, directora del Registro de Cáncer del Área Metropolitana de la Bahía del Instituto de Prevención del Cáncer de California.
"Este trabajo es importante para identificar a los grupos de pacientes que no se están beneficiando de estas oportunidades médicas vitales y bien establecidas", añadió Glaser.
Los investigadores dijeron que sus hallazgos resaltan el hecho de que los pacientes de cáncer jóvenes de las minorías carecen con más frecuencia de seguro, y son más propensos a no tener acceso a la atención médica después del diagnóstico.
Los problemas con los costos médicos de desembolso, la pérdida de salario, el cuidado de los hijos y el transporte podrían evitar que esos pacientes jóvenes reciban la atención que necesitan, añadieron los investigadores.
"¿Reciben vigilancia para garantizar que cualquier complicación o efecto tardío del tratamiento se detecte pronto? Debemos comprender la continuidad del seguro de salud con el tiempo y otras barreras contra la atención", planteó Glaser.
Fuente: Medline Plus