Usar camas de bronceado a una edad temprana aumenta de forma significativa del riesgo de una mujer de desarrollar melanoma antes de los 50 años, encuentra un nuevo estudio.
Un estudio de adultos de 25 a 49 años encontró que el riesgo del letal cáncer de piel aumentaba entre dos y seis veces en las mujeres que se bronceaban en interiores. Las mayores probabilidades se observaron entre las que usaban camas de bronceados en la adolescencia y en la veintena.
"Todas las mujeres que usan el bronceado en interiores están en riesgo de melanoma, pero el riesgo más potente fue entre las mujeres que se bronceaban en la veintena, que tenían unas seis veces más probabilidades de desarrollar la enfermedad, en comparación con las mujeres que no se bronceaban en interiores", señaló la investigadora líder, DeAnn Lazovich, profesora asociada de epidemiología y salud comunitaria de la Universidad de Minnesota.
Los hallazgos respaldan una propuesta reciente de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. de prohibir el bronceado en interiores antes de los 18 años de edad, apuntó Lazovich. Pero añadió que "debemos hacer todavía más por reducir la epidemia de melanoma que ha estado ocurriendo durante varios años".
Lazovich sugirió unas regulaciones incluso más estrictas, como puede ser aumentar la edad para el uso de las camas de bronceado a los 21 años. O incluso mejor, planteó, "podríamos prohibir el bronceado en interiores del todo, como hizo Australia".
El informe aparece en línea el 27 de enero en la revista JAMA Dermatology.
Según la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society), unos 74,000 estadounidenses recibieron un diagnóstico de melanoma el año pasado, y casi 10,000 murieron por la enfermedad. Esa tasa ha estado en aumento durante 30 años, y las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar este tipo de cáncer, apuntaron los autores del estudio en las notas de respaldo. Muchos casos son provocados por una exposición excesiva a los rayos ultravioleta del sol o de otras fuentes.
Lazovich y sus colaboradores deseaban evaluar la posible conexión entre las camas de bronceado, que las mujeres usan con más frecuencia que los hombres, y el melanoma. Recolectaron datos sobre casi 700 hombres y mujeres de 25 a 49 años de edad que habían sido diagnosticados con el cáncer de piel entre 2004 y 2007, y los compararon con una cantidad similar de "controles".
Las mujeres de 30 a 39 años tenían un riesgo más de tres veces más alto de melanoma si se bronceaban en interiores, y las mujeres de 40 a 49 tenían un riesgo de más del doble, dijo Lazovich.
Además, las mujeres menores de 40 años con melanoma reportaron haber comenzado a broncearse en interiores antes que las mujeres de 40 a 49, más o menos a los 16 en lugar de los 25 años, halló el estudio.
Las mujeres más jóvenes con melanoma también reportaron más sesiones de bronceado que las de más edad, con un promedio de 100 sesiones de bronceado frente a 40 sesiones en las mujeres diagnosticadas entre los 40 y los 49, dijeron los investigadores.
La ubicación del melanoma ofrece pistas sobre su causa, dijeron los autores. Usaron los melanomas en el tronco, o torso, como señal de que esas personas habían expuesto el pecho y la espalda durante sesiones de bronceado en interiores.
Los investigadores encontraron que alrededor del 33 por ciento de las mujeres diagnosticadas antes de los 30 tenían melanomas en el tronco, frente al 24 por ciento de las que tenían de 40 a 49 años. Entre las 63 mujeres diagnosticadas con melanoma antes de los 30, solo dos dijeron que no habían utilizado camas de bronceado, hallaron los investigadores.
Los investigadores no pudieron establecer una asociación con el bronceado en interiores en los hombres, "en parte porque son mucho menos propensos a broncearse en interiores y hay muchos menos hombres que desarrollan un melanoma antes de los 50 años", dijo Lazovich. "No encontramos que sucediera mucho entre los hombres, todo fue entre las mujeres".
Comentó que uno de los problemas de la prevención del melanoma es cambiar la percepción de que la piel bronceada es atractiva, y verla como lo que en realidad es: peligrosa.
Gery Guy Jr., economista de la salud de la División de Prevención del Cáncer de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., dijo que "el bronceado en interiores se puede y se debe evitar".
Además del riesgo de melanoma, el bronceado en interiores puede provocar un envejecimiento prematuro de la piel, lo que incluye arrugas, manchas y cambios en la textura de la piel, señaló Guy, autor de un editorial que acompañó al estudio en la revista.
Las evidencias científicas "son claras y abrumadoras: cada vez que uno se broncea en interiores, aumenta el riesgo de sufrir de melanoma", advirtió Guy. "Y a diferencia del bronceado, que es temporal, el aumento en el riesgo de melanoma es permanente".
Fuente: Medline Plus