Incluso con los avances recientes en el tratamiento del cáncer de mama, las probabilidades de una mujer de sobrevivir a la enfermedad siguen dependiendo, en parte, de una detección temprana, plantea un estudio reciente.
El estudio de casi 174,000 pacientes holandesas de cáncer de mama encontró que las tasas de supervivencia mejoraron entre 1999 y 2012, y eso incluyó a mujeres con un cáncer más avanzado.
Aún así, las probabilidades de supervivencia de las mujeres fueron mejores cuando sus tumores se detectaron pronto, informaron los investigadores en la edición del 6 de octubre de la revista de medicina BMJ.
"El pronóstico general de una mujer diagnosticada con cáncer de mama en Occidente es muy bueno", dijo la investigadora líder, la Dra. Madeleine Tilanus-Linthorst, del Centro Médico de la Universidad de Erasmo en los Países Bajos.
Su equipo encontró que en las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama entre 2006 y 2012, la tasa de supervivencia a cinco años fue de un 88 por ciento. Eso es en comparación con un 83 por ciento en las mujeres diagnosticadas entre 1999 y 2005, según el estudio.
Ese mejor pronóstico abarcó a mujeres con un cáncer más avanzado. Entre las que tenían unos tumores más grandes, de más de 2 pulgadas (unos 5 centímetros) la investigación reveló que la tasa de supervivencia aumentó de un 63 a un 73 por ciento.
Pero cuanto más pequeño era el tumor de una mujer en el momento del diagnóstico, mejor era el pronóstico. De las mujeres diagnosticadas en años más recientes, casi todas sobrevivieron al menos cinco años si su tumor había sido detectado cuando medía menos de tres cuartos de pulgada (unos 1.9 cm), encontró el estudio.
De hecho, sus tasas de supervivencia a cinco años fueron comparables a las de una mujer promedio de su edad que nunca había sido diagnosticada con un cáncer de mama, mostró el estudio.
"Detectar el cáncer temprano sigue siendo altamente importante", enfatizó Tilanus-Linthorst.
De las mujeres diagnosticadas entre 2006 y 2012, anotó, al 65 por ciento se les detectaron sus tumores cuando aún medía menos de tres cuartos de pulgada.
El Dr. Harold Burstein fue coautor de un editorial publicado junto al estudio. "Los cánceres detectados hoy en día son más pequeños y tienen una mejor conducta cuando se les observa bajo el microscopio", dijo Burstein, oncólogo del Instituto Oncológico Dana-Farber, en Boston.
"Y este estudio muestra que incluso con los avances en el tratamiento en años recientes, el tamaño del tumor sigue siendo importante", dijo.
Eso quizá no parezca sorprendente, anotó Burstein. Pero las mejoras sustanciales en el tratamiento del cáncer de mama que se han logrado más o menos en la última década han planteado la pregunta de si la detección temprana es tan importante como antes.
Esos avances en el tratamiento incluyen fármacos "dirigidos" como Herceptin que abordan a unas proteínas anómalas específicas encontradas en ciertos tumores de mama; un uso más amplio de terapias hormonales que reducen el riesgo de una recurrencia del cáncer de mama, y unos mejores regímenes de quimioterapia, según el estudio.
En este estudio, las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama en años más recientes tuvieron más probabilidades de recibir esos tratamientos. También fueron más propensas a someterse a cirugía que conservaba el seno, en la cual solo se extirpan el tumor y parte del tejido circundante, y menos propensas a hacerse una mastectomía, encontró el estudio.
Pero incluso con esos cambios en las terapias, el tamaño del tumor en el momento del diagnóstico siguió siendo un factor clave en el pronóstico de una mujer, dijeron los investigadores.
Y eso subraya el valor de las mamografías, dijo Burstein.
El estudio en realidad no observó los efectos de las pruebas de detección para el cáncer de mama, apuntó Burstein. "Pero creo que esto respalda indirectamente a las mamografías", dijo.
Señaló que eso es importante porque en años recientes se ha debatido sobre los beneficios de las mamografías, sobre todo para las mujeres menores de 50 años.
En Estados Unidos, las directrices sobre las mamografías varían. La Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society) y otros grupos sugieren mamografías anuales a partir de los 40 años de edad.
Pero el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. (USPSTF) sugiere que las mujeres inicien las mamografías a los 50 años, y que continúen cada dos años. Se aconseja a las mujeres de 40 a 49 que sopesen las ventajas y las desventajas de la prueba.
Las desventajas incluyen resultados falsos positivos en la mamografía que conducen a pruebas invasivas, además del tratamiento innecesario de tumores minúsculos que nunca llegan a amenazar la vida de la mujer, según el USPSTF.
Las ventajas, anotó Burstein, incluyen detectar y tratar a tumores minúsculos que sí hubieran amenazado la vida de una mujer.
Fuente: Medline Plus
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