Las pacientes de cáncer de ovario que usan ciertos antihipertensivos con frecuencia viven más tiempo que otras mujeres que padecen de la enfermedad, informan unos investigadores, en un hallazgo que apunta a un nuevo tratamiento potencial para el letal cáncer.
El estudio de más de 1,400 mujeres con cáncer de ovario encontró que las que usaban unos antihipertensivos llamados bloqueadores beta tenían una supervivencia más larga, en promedio.
La diferencia fue particularmente marcada entre las mujeres que usaban unos bloqueadores beta "no selectivos" más antiguos. Por lo general vivían casi ocho años tras el diagnóstico de cáncer, frente a tres años entre las mujeres que no tomaban ningún bloqueador beta.
Pero los expertos instaron a la precaución al interpretar los hallazgos, que aparecen en la edición en línea del 24 de agosto de la revista Cancer.
El estudio conllevó una revisión de los expedientes de las pacientes, un tipo de investigación que no puede probar que un tratamiento funcione. Podría haber otros motivos por los cuales las mujeres que tomaban bloqueadores beta vivieran más tiempo con un cáncer de ovario.
Para obtener evidencia directa de un vínculo, los investigadores deben conducir un ensayo clínico, en que las pacientes de cáncer de ovario se asignen de forma aleatoria a tomar un bloqueador beta o a permanecer en el tratamiento estándar.
"Hay que ser muy cauto con datos retrospectivos como estos", dijo el investigador principal, el Dr. Anil Sood, del Centro Oncológico M.D. Anderson de la Universidad de Texas, en Houston. "Todavía necesitamos ensayos clínicos".
La Dra. Christina Annunziata, investigadora del Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU., se mostró de acuerdo.
Primero, los médicos deben saber incluso si es seguro administrar bloqueadores beta a las mujeres con cáncer de ovario, dijo Annunziata, coautora de un editorial publicado junto al estudio.
"Si no se tiene hipertensión y se toma un antihipertensivo, podría resultar peligroso", advirtió Annunziata.
Añadió que la buena noticia es que dos ensayos iniciales ya se están llevando a cabo para evaluar la seguridad de administrar bloqueadores beta a las pacientes de cáncer de ovario que están pasando por la quimioterapia.
Si se muestra que los fármacos son seguros, dijo Annunziata, quedarán preguntas importantes: ¿Qué mujeres en particular podrían beneficiarse? ¿Qué dosis son las que mejor funcionan? ¿En qué momento del tratamiento se deberían administrar los bloqueadores beta?
"Nos falta un largo camino por recorrer", apuntó.
El cáncer de ovario es uno de los cánceres más letales, porque raras veces se detecta pronto, antes de que se propague más allá de los ovarios. Alrededor del 45 por ciento de las mujeres siguen con vida tras el diagnóstico, según la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society).
Los bloqueadores beta se recetan sobre todo para la hipertensión y la enfermedad cardiaca. Pero hay motivos para creer que también podrían combatir al cáncer de ovario, dijo Sood.
Los medicamentos funcionan al bloquear los efectos de la hormona del "estrés" epinefrina, también conocida como adrenalina. Y la investigación de laboratorio sugiere que la epinefrina ayuda a fomentar el crecimiento y la propagación de los tumores de ovarios, explicó Sood.
Su equipo encontró que los bloqueadores beta no selectivos, unas formulaciones más antiguas de los medicamentos, se vinculaban de forma más firme con la supervivencia al cáncer de ovario que los bloqueadores beta selectivos.
Según Sood, eso respalda la idea de que los bloqueadores beta en sí tienen algún efecto. Las versiones no selectivas tienen unos efectos amplios por todo el cuerpo, mientras que los fármacos selectivos se diseñaron para dirigirse solo al sistema cardiovascular.
Los bloqueadores beta no selectivos incluyen a medicamentos como propranolol (Inderal, InnoPran), penbutolol (Levatol) y nadolol (Corgard). El tipo selectivo, que ahora se receta de forma más común, incluye a atenolol (Tenormin) y a metoprolol (Lopressor, Toprol-XL).
Los hallazgos recientes se basan en los expedientes de 1,425 mujeres tratadas por cáncer de ovario en cuatro centros médicos de EE. UU. En total, 75 mujeres tomaban un bloqueador beta no selectivo.
El estudio encontró que esas mujeres sobrevivieron sustancialmente más tiempo que las demás, independientemente de los tipos de tratamiento que recibieron contra el cáncer. Y no había diferencias obvias entre los dos grupos de mujeres en cuanto a la edad, el peso o la etapa del cáncer.
Pero quizá haya habido otras diferencias que tuvieran un rol en una supervivencia más larga, dijo la Dra. Eva Chalas, jefa de oncología ginecológica del Hospital de la Universidad de Winthrop en Mineola, Nueva York.
Se mostró de acuerdo en que solo los ensayos clínicos pueden responder a la pregunta de si los bloqueadores beta tienen un rol en el tratamiento del cáncer de ovario.
Pero dado que los fármacos quizá estén ayudando al bajar los niveles de epinefrina, eso sugiere que reducir el estrés podría resultar beneficioso, dijo Chalas.
"Si fuera una mujer con cáncer de ovario, buscaría la forma de reducir el estrés en mi vida", planteó.
Hay muchas opciones, añadió Chalas: desde yoga y meditación, hasta ejercicio moderado y grupos de respaldo social.
"Algunas pacientes literalmente eliminan a la gente que las estresa de su Rolodex", dijo.
Annunziata dijo lo mismo. "Quizá sea más seguro y factible alterar [las hormonas del estrés] sin fármacos, al modificar el estilo de vida y reducir las fuentes de estrés", señaló.
Aún así, añadió, los investigadores deben seguir estudiando a los bloqueadores beta, y no solo para el cáncer de ovario.
"Creo que sería útil ver si también se asocian con una mejor supervivencia en otros tipos de cáncer", dijo Annunziata.
El estudio fue financiado por el gobierno de EE. UU. y por subvenciones de fundaciones.
Fuente: Medline Plus
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