En Europa prácticamente todo el mundo tiene acceso a una amplia gama de alimentos nutritivos que son necesarios para lograr una dieta variada y equilibrada. Se hace por tanto difícil de entender que, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sigan aumentando en la región europea de la OMS las enfermedades relacionadas con deficiencias nutricionales.
Desde la OMS advierten que las dietas poco sanas, el sobrepeso y la obesidad son responsables de buena parte de las enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares, la diabetes de tipo 2 y algunos tipos de cáncer, afecciones que en conjunto presentan la mayor tasa de mortalidad de la región. Al margen del consumo excesivo de energía, ácidos grasos saturados y trans, azúcar y sal, las encuestas nacionales muestran un consumo bajo de verduras, frutas y cereales integrales. En paralelo, en algunos países y grupos vulnerables, la desnutrición sigue siendo una realidad preocupante.
El Plan de acción europeo sobre alimentación y nutrición 2015-2020 de la OMS fomenta la intervención política en distintos campos mediante un método en el que se implica a la administración al completo y se incluye la salud en todas las políticas. Su objetivo es lograr que los alimentos sanos sean más asequibles y atractivos y tengan una mayor disponibilidad para de esta forma mejorar la calidad general de la dieta y por tanto la salud y el bienestar.
Investigadores financiados con fondos de la UE contribuyen a que se mejore la dieta y la nutrición, mediante el estudio de las alergias alimentarias y la comunicación de información sobre nutrición, entre otras actividades. La edición de esta semana de CORDIS Express está dedicada a estas iniciativas.
Fuente: Cordis