Científicos del Instituto de Células Madre de Harvard en el Hospital Brigham y de la Mujer, en Estados Unidos, han encontrado en unas raras células madre el origen celular de la cicatrización del tejido causada por el daño a los órganos asociado con la diabetes, la enfermedad pulmonar, la presión arterial alta, la enfermedad renal y otras condiciones. Esta acumulación de tejido cicatricial se conoce como fibrosis.
Científicos del Instituto de Células Madre de Harvard en el Hospital Brigham y de la Mujer, en Estados Unidos, han encontrado en unas raras células madre el origen celular de la cicatrización del tejido causada por el daño a los órganos asociado con la diabetes, la enfermedad pulmonar, la presión arterial alta, la enfermedad renal y otras condiciones. Esta acumulación de tejido cicatricial se conoce como fibrosis.
La fibrosis tiene una serie de consecuencias, como la inflamación y una disminución de la sangre y el oxígeno que llega a los órganos, por lo que, a largo plazo, la cicatrización del tejido crónica puede conducir a insuficiencia orgánica y muerte eventual. Se estima que la fibrosis contribuye al 45 por ciento de todas las muertes en el mundo desarrollado.
Los investigadores, dirigidos por Benjamin Humphreys, detectaron una población rara de células madre localizadas fuera de los vasos sanguíneos en ratones que se convierten en células miofibroblastos que secretan proteínas que causan el tejido cicatrizal. Matar estas células madre evita las complicaciones mortales de la fibrosis, como revelan los autores en un artículo en la edición digital de 'Cell Stem Cell'.
"En circunstancias normales, los miofibroblastos estimulan la cicatrización de la herida, pero cuando hay una lesión permanente de un órgano, por ejemplo, el hígado de un paciente con hepatitis C, el corazón de un individuo con presión arterial alta o el riñón de una persona con diabetes, estas proteínas obstruyen el funcionamiento normal", explica Rafael Humphreys, profesor asociado de la Escuela de Medicina de Harvard en el Hospital Brigham y de Mujeres y director del Programa de Riñón del Instituto de Células Madre de Harvard.
Los investigadores están ahora en conversaciones con una empresa farmacéutica para identificar fármacos que pudieran apuntar a estas células madre que causan fibrosis en los casos de enfermedad orgánica crónica y desactivarlas.
"Queríamos saber si la erradicación de esta pequeña población de células madre podría mejorar la función de órganos, y los dos riñones y el corazón resultaron completamente protegidos de desarrollar complicaciones relacionadas con la fibrosis, como insuficiencia renal e insuficiencia cardiaca --detalla Humphreys, quien también dirige el Programa de OncoNefrología en el Instituto del Cáncer Dana-Farber--. Esto proporciona una prueba importante de que los fármacos que se dirigen a las células madre podrían servir como terapia".
El origen celular de la fibrosis renal tiene perplejos a los investigadores desde hace mucho tiempo porque no se sabía qué tipo de células madre forman miofibroblastos y dónde se encuentran dichas células madre. Una hipótesis mantenida durante mucho tiempo era que las células madre que generan miofibroblastos se encuentran en la médula ósea, pero la investigación de Humphreys refuta esa posibilidad.
Mediante el etiquetado de una proteína específica llamada Gli1 expresada por las células madre de formación de miofibroblastos, los científicos demostraron que las células se encuentran en la periferia de los vasos sanguíneos y que también residen dentro de los órganos.
Humphreys advierte de que la población de células hallada en su laboratorio es responsable de aproximadamente el 60 por ciento de todos los miofibroblastos de órganos, lo que significa que parecen ser la fuente más dominante, pero que pueden existir otras células que también contribuyen a la población de miofibroblastos.
Fuente: La Información