José Díaz-Faes, presidente de la Fundación Española de Estudios Mastológicos, ha tratado en su carrera profesional a diecisiete hombres con cáncer de mama. Explica que hasta el desarrollo hombres y mujeres son muy parecidos desde el punto de vista hormonal. Es a partir de la pubertad cuando el tejido mamario del varón se atrofia y no crece.
Pero no siempre es así. «Sucede que a veces el tejido mamario no se atrofia del todo y quedan restos que pueden evolucionar y llegar a formar un hipotético cáncer de mama». En los hombres que tienen ginestomastia (crecimiento de las glándulas mamarias) las células pueden altararse con el tiempo. «Es una enfermedad rarísima. Las estadísticas que maneja la Consejería de Sanidad con datos de 2013 me parecen un 30% más altas de lo normal», asegura. Según estas estadísticas, de los 327 cánceres de mama detectados en León el año pasado, cuatro los padecieron hombres. «En el hombre el pronóstico es peor que en la mujer. Suele ser más agresivo porque es una enfermedad que no se cuenta con ella y se detecta muy tarde. Hay hombres que se notan un bulto y no le dan importancia y cuando consultan es demasiado tarde».
Tratamiento y cirugía son similares a los de las mujeres. «No hay experiencia, y seguramente no la habrá nunca, ni evidencias que nos permitan asegurar que el cáncer de mama del varón es semejante al de la mujer».
Sin embargo, las estrategias que se emplean para su tratamiento se extrapolan. «La rareza de la enfermedad debe animar a poner en marcha estudios cooperativos controlados que permitan demostrar cuál es el tratamiento más adecuado».
El tratamiento pasa por la extirpación de la mama «aunque, según los casos, se puede conservar la aureola y el pezón». Díaz-Faes destaca que los cánceres de mama en varones son muy hormonodependientes «por lo que la hormonoterapia está muy aconsejada para su tratamiento».
Fuente: Diario de León