Mediante el uso de tecnologías capaces de rastrear el destino de una sola célula, investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de California, San Diego, en Estados Unidos, describen en la edición digital de este domingo de 'Nature Inmmunology' las primeras etapas que determinan el destino de los glóbulos blancos llamados linfocitos T, lo que proporciona nuevos conocimientos que pueden ayudar a los investigadores de fármacos a crear vacunas de mayor duración más eficaces contra los patógenos microbianos o el cáncer.
Los "inocentes" linfocitos T patrullan desde la primera línea de defensa del cuerpo humano contra la infección, circulando en la sangre y en los tejidos en busca de microbios invasores y otros antígenos extraños. Se les conoce como "ingenuos" porque todavía no se han encontrado con un invasor y, cuando lo hacen, estas células T se activan y se dividen, dando lugar a dos tipos de células hijas: los "linfocitos efectores", responsables de la defensa de acogida inmediata, y los "linfocitos de memoria", que proporcionan protección a largo plazo de infecciones similares.
"Los investigadores han tratado durante mucho tiempo de entender cuándo y cómo los linfocitos T dan lugar a células efectoras y células de memoria durante una infección", explica John T. Chang, profesor asistente en el Departamento de Medicina y uno de los investigadores principales de este trabajo, junto a Gene W. Yeo, profesor asistente en el Departamento de Medicina Celular y Molecular.
"Sin embargo, todos los estudios hasta este punto se basaron en los análisis sobre las poblaciones a granel de células, por lo que era imposible entender las decisiones del destino producidas por células individuales. Nos aprovechamos de los últimos vanguardistas avances tecnológicos sobre la expresión de genes de una sola célula para abordar esta cuestión en un nivel de detalle que antes no era posible", relata este experto.
Chang y sus colegas descubrieron que la decisión de una célula T individual de producir células efectoras y de memoria se hace casi en el momento de la infección. "El linfocito madre parece dividirse en dos células hijas que ya son diferentes desde el nacimiento --explica Chang--de forma que una se vuelve célula efectora, mientras que su hermana se convierte en una célula de memoria".
Chang señaló que el propósito principal de las vacunas es producir protección inmune fuerte y duradero, lo que depende en gran medida de la generación de linfocitos de memoria . "Nuestro trabajo sugiere que la forma en que los linfocitos T se dividen temprano durante una infección microbiana podría ser crítica para dar lugar o no a células de memoria de larga vida. Estrategias que mejoran este proceso podrían potencialmente avajzar en la inmunidad duradera y ayudarnos a diseñar vacunas más eficaces", concluye.
Fuente: infosalus
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