LUNES, 3 de febrero de 2014 (HealthDay News) -- Un nuevo tipo de prueba que busca sangre oculta en las heces es un modo eficiente de evaluar el cáncer de colon, según sugiere una revisión de investigaciones.
Las pruebas, llamadas pruebas inmunoquímicas fecales (PIF), se realizan en casa y detectan pequeñas cantidades de sangre en las heces, una posible señal de cáncer de colon. En la nueva revisión, los investigadores descubrieron que a lo largo de 19 estudios, las PIF detectaron más de tres cuartas partes de los tumores de colon, y funcionaron muy bien para descartar el cáncer.
Los expertos dijeron que los hallazgos son "reconfortantes" en cuanto a que una prueba que se usa habitualmente funciona bien.
"Las pruebas PIF siguen teniendo un potencial muy bueno como herramienta de evaluación", comentó la Dra. Elizabeth Liles, del Centro de Investigación de la Salud de Kaiser Permanente en Portland, Oregón.
Liles y sus colaboradores informaron de sus hallazgos en la edición del 4 de febrero de la revista Annals of Internal Medicine.
Los expertos actualmente recomiendan que las personas con un riesgo promedio de cáncer de colon empiecen a realizar las pruebas a los 50 años. Y disponen de varias opciones: pruebas de heces anuales seguidas de un colonoscopia si el resultado es positivo, una colonoscopia cada 10 años o una sigmoidoscopia cada 5 años. Tanto la colonoscopia como la sigmoidoscopia son procedimientos invasivos que inspeccionan el interior del colon, pero la sigmoidoscopia es menos exhaustiva, ya que solo observa la parte inferior del colon.
En los últimos años, cada vez ha habido más médicos que han usado las PIF en lugar de la prueba de sangre oculta en las heces, porque son mejores detectando el cáncer y las personas las pueden hacer más fácilmente.
Aun así, los estudios individuales han conseguido un rango bastante amplio de hallazgos en la sensibilidad de las pruebas PIF, es decir, su probabilidad de dar un resultado positivo cuando una persona tiene cáncer de colon.
El nuevo estudio da una idea más clara de cómo las pruebas funcionan en promedio, según un experto en cáncer de colon que no participó en la investigación.
"Da una información muy valiosa", indicó el Dr. Andrew Chan, gastroenterólogo en el Hospital General de Massachusetts de Boston.
Pero siguen quedando todavía grandes preguntas, señaló Chan. Los expertos todavía no saben qué prueba de evaluación es la más efectiva en la prevención de muertes de cáncer de colon.
Se considera ampliamente que la colonoscopia es el "estándar por excelencia" de las evaluaciones, porque permite al médico inspeccionar visualmente el interior del colon, y, si es necesario, extirpar tumores precancerosos llamados pólipos.
Chan afirmó que no está claro todavía cuál es la comparación entre la PIF y la colonoscopia a la hora de reducir el riesgo de las personas de fallecer de cáncer de colon.
Aunque hay estudios en proceso. Un ensayo de gran tamaño del gobierno estadounidense está asignando aleatoriamente a personas para que realicen una colonoscopia o una PIF anualmente, y luego registra las tasas de mortalidad por cáncer de colon cada 10 años. (En Estados Unidos, una colonoscopia es el método de evaluación más habitual, seguido por la prueba de las heces. Hay pocos médicos que realicen la sigmoidoscopia.)
Para la nueva revisión, Liles y sus colaboradores analizaron 19 estudios realizados desde 1996, al observar ocho diferentes tipos de pruebas PIF. Hallaron que la sensibilidad de las pruebas varió de estudio a estudio, pero las diferencias se acortaron cuando los investigadores excluyeron las pruebas que ya no están en el mercado.
En promedio, la revisión halló que las PIF detectan alrededor del 79 por ciento de los cánceres de colon, y su especificidad supera al 90 por ciento de manera consistente. Eso significa que las pruebas dan un resultado negativo de forma precisa en más del 90 por ciento de las personas que no tienen cáncer de colon.
Una sorpresa, según Liles, fue que las PIF que requerían dos o tres muestras de heces no funcionaron mejor que las pruebas que requerían una sola muestra. Eso es importante, dijo, porque las personas podrían estar más dispuestas a realizar la prueba si es más simple.
La evaluación de la PIF ya es bastante fácil. Como las pruebas de heces más antiguas, se hacen con un kit en casa: Se usa un cepillo para obtener una muestra de las heces y luego se envía por correo a un laboratorio. Pero a diferencia de las pruebas más antiguas, las PIF no requieren de ninguna restricción en la dieta o en los medicamento en los días antes de la prueba.
La simplicidad de la prueba de las heces es una ventaja obvia con respecto a la evaluación de la colonoscopia, indicó Liles. Pero se mostró de acuerdo con que se necesitan más investigaciones para saber qué prueba de evaluación es más efectiva a la hora de salvar vidas.
El Instituto Nacional de Diabetes y de Enfermedades Digestivas y del Riñón y el Instituto Nacional del Cáncer proporcionaron gran parte de la financiación de esta revisión.
Entonces, ¿qué examen debería elegir usted? "Esa decisión la ha de tomar junto con su médico", indicó Chan. Lo más importante, añadió, es que "se realice alguna forma de evaluación".
Liles se mostró de acuerdo. "Se dice que la mejor prueba de evaluación es la que realmente hará", dijo.
En Estados Unidos, el riesgo promedio de por vida de cáncer de colon es aproximadamente 1 de cada 20, según la Sociedad Estadounidense del Cáncer (American Cancer Society). En cada uno de los últimos años, más de 50,000 estadounidenses han fallecido de la enfermedad, pero la tasa de mortalidad ha estado disminuyendo durante un par de décadas, en parte gracias a las evaluaciones, afirmó la sociedad del cáncer.
Aun así, muchas personas no hacen las pruebas, dijo Liles.
En noviembre, un informe federal afirmó que más de una tercera parte de los estadounidenses de 50 a 75 años de edad no tenían actualizadas sus evaluaciones de cáncer de colon. Eso incluía a un 28 por ciento que nunca había realizado ningún tipo de prueba de evaluación.
Fuente: MedlinePlus
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