Investigadores de la Universidad de Goteborg, en Suecia, han descubierto que los suplementos antioxidantes como la vitamina E pueden acelerar el desarrollo del cáncer de pulmón en poblaciones de alto riesgo, como los fumadores, en lugar de ofrecer un efecto beneficioso, según los resultados de un estudio que publica la revista 'Science Translational Medicine'.
Tras décadas de estudios, el equipo de biólogos dirigido por Per Lindahl y Martin Bergo ha detectado en ratones que los antioxidantes permiten a las células tumorales eludir el sistema inmune, lo que favorece su proliferación sin control. En cambio, no se ha visto si también pueden desencadenar cáncer, además de acelerar los tumores ya existentes.
Los autores aclaran, no obstante, que estos resultados no se refieren a aquellos alimentos como frutas o verduras que sean ricos en antioxidantes naturales.
Pese a todo, reconoce Bergo, "tomar una cantidad mayor de antioxidantes podría ser perjudicial y acelerar el crecimiento tumoral, por lo que si yo tuviera a un paciente con cáncer de pulmón, no los recomendaría".
El mes pasado una revisión de varios estudios no encontró "evidencia clara" de un efecto beneficioso de los suplementos de antioxidantes en la enfermedad cardiaca, el cáncer o la mortalidad. Y un editorial que acompañaba a este trabajo en la revista 'Annals of Internal Medicine' advertía de que el beta caroteno, la vitamina E y, posiblemente, las altas dosis de suplementos de vitamina A son "dañinos", mientras que otros antioxidantes "son ineficaces".
En este nuevo estudio, los autores administraron vitamina E y un medicamento genérico llamado N-acetilcisteína, ambos antioxidantes, en un grupo de ratones con cáncer de pulmón en estadio precoz. Las dosis de vitamina E fue comparable a la que ofrecen los suplementos vitamínicos para humanos mientras que la de acetilcisteína, que se receta para reducir la mucosidad en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), fue relativamente baja.
De este modo, vieron como ambos antioxidantes aumentaron 2,8 veces de media el tamaño de los tumores, y los hicieron más invasivos y agresivos, lo que hizo que los ratones murieran el doble de rápido, siempre en comparación con quienes no recibieron estos compuestos.
TAMBIÉN EN CÉLULAS HUMANAS EN LABORATORIO
Y cuando se añadieron los antioxidantes a células tumorales de pulmón humanas en platos de laboratorio, también aceleraron el crecimiento del cáncer.
Ambos resultados coinciden con los de numerosos estudios que ya habían apuntado que los antioxidantes "no protegen contra el cáncer en las personas sanas y pueden aumentarlo en quienes ya lo padecen", apunta Bergo.
En el estudio se ha intentado analizar cuál puede ser la explicación de este efecto y han visto que, como se esperaba, los antioxidantes disminuyen el daño del ADN, haciéndolo tan indetectable por la célula que ésta no despliega su sistema de defensas, basado en la proteína p53, que cuando detecta daños significativos mata la célula antes de que puedan ser malignos.
En este caso, sin embargo, si los antioxidantes permiten a las células cancerosas mantenerse por debajo del rádar del p53, los tumores van creciendo.
Aunque el estudio se investigó sólo el cáncer de pulmón y dos sustancias, la investigación previa sugiere que otros tipos de cáncer también se pueden acelerar, con estos y otros antioxidantes. De hecho, el Instituto Nacional del Cáncer ya recuerda a los pacientes con cáncer que los suplementos antioxidantes "se deben usar con precaución".
Fuente: infosalus