Los investigadores comenzaron a analizar complejas redes de genes, tanto en ratas como en humanos, identificando más de 100 genes sospechosos de hacer crecer el tumor de mama
Un grupo de investigadores lograron crear una novedosa terapia para evitar el desarrollo del cáncer de mama. El tratamiento fue probado en cultivos celulares y luego en ratas, llegando a reducir en un 75% la incidencia de este tipo de tumor.
El trabajo fue liderado por científicos del Instituto Wyss de Ingeniería Inspirada Biológicamente de la U. de Harvard, y sus resultados se publicaron ayer en la revista Science Translational Medicine.
La terapia emergió de un sofisticado esfuerzo por identificar genes que producían cáncer, analizando varias redes de estos genes. "Estos hallazgos nos permitirían en el futuro tratar a pacientes que tienen propensión a padecer de este cáncer, lo que podría cambiar sus vidas" , dice el doctor Don Ingber, director fundador del Instituto Wyss.
"La idea sería iniciar esta terapia en forma temprana, manteniéndola a lo largo de la vida para prevenir el desarrollo de este tumor o su progresión" , agrega.
Entre autopalpación, mamografías, resonancias magnéticas y exámenes genéticos, más mujeres que nunca reciben el diagnóstico de "sospecha" de un tumor. Pero pocas de estas sospechas evolucionan hacia un cáncer, y el problema es que los médicos no tienen una forma de predecir cuál lo hará.
Esto lleva a que muchas mujeres se sometan hoy a mastectomías, radiaciones y quimioterapias, a pesar de que nunca desarrollarán la enfermedad. Por esto, una terapia que cura en lugar de matar el tejido canceroso podría ayudar a todos los pacientes.
Rastreo genético
Para lograrlo, los investigadores comenzaron a analizar complejas redes de genes, tanto en ratas como en humanos, identificando más de 100 genes sospechosos de hacer crecer el tumor de mama.
El equipo refinó esta búsqueda y redujo la lista a seis genes que comandaban la actividad de los demás genes. Por último, identificaron al gen maestro, el HoxA1, que tiene la mayor presencia estadística ligada a este cáncer.
Los investigadores probaron en el laboratorio si el hecho de bloquear la actividad de este gen permitía revertir el desarrollo del tumor. Para ello usaron un pequeño fragmento de ARN, el que normalizó el funcionamiento del tejido, dejándolo sano.
Luego empaquetaron este trozo de ARN dentro de nanopartículas de grasa, unas esferas invisibles que se inyectaron a través del pezón a todos los conductos mamarios.
Aplicaron el tratamiento a ratas manipuladas genéticamente propensas a adquirir esta enfermedad, logrando impedir que apareciera. Incluso cuando el animal ya tenía el tumor, pudieron revertirlo.
"Estamos esperanzados en que nos ayude a descubrir nuevos tratamientos para muchos tumores difíciles de combatir" , dice el doctor Jim Collins, experto en sistemas biológicos que desarrolló el método para identificar el gen que debía tratarse.
El doctor Ingber destaca finalmente que "la estrategia de combinar biología, computación y matemáticas nos ha permitido tener una nueva forma de encontrar medicamentos que previenen el desarrollo y el avance del cáncer" .
Fuente: El Universal