La batalla contra el cáncer podría tener como gran aliado algo tan pequeño, accesible y natural como las semillas de uva. Un nuevo estudio realizado en la Universidad de California mostró que un componente del extracto de las semillas de uva inhibe el crecimiento de las células de cáncer, dejando intactas a las células sanas.
El extracto de semilla de uva (GSE por sus siglas en inglés) se obtiene a partir del aceite que se saca de las uvas de vino tinto trituradas, contiene gran cantidad de antioxidantes, bioflavinoides y una componente activo llamado B2G2 que el grupo de investigadores identificó como el que tiene la actividad biológica contra las células cancerígenas.
El Doctor Alpna Tyagi, investigador del Centro de Cáncer de la Universidad de Colorado y profesor en la Escuela de Ciencias Farmaceúticas Skaggs señaló que en el pasado diferentes investigaciones han demostrado que los compuestos bioactivos presentes en el extracto de semilla de uva ataca selectivamente de muchos tipos de células cancerosas, pero ahora se sabe que es el B2G2 el que crea ese efecto.
“Por lo tanto, aislar y sintetizar B2G2 es un paso importante porque ahora tenemos la capacidad de llevar a cabo más experimentos con el compuesto puro. Los trabajos en curso en el laboratorio aumenta aún más nuestra comprensión del mecanismo del B2G2 de acción que ayudará a los estudios preclínicos y clínicos en el futuro”, estableció Alpna Tyagi.
Daña ADN células cancerosas
En el mes de mayo un estudio publicado en Carcinogenesis, también del Centro del Cáncer de la Universidad de Colorado y dirigido por el Dr. Rajesh Agarwal reveló que el extracto de semillas de uva es capaz de eliminar a las células de carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello (HNSCC), dejando las células sanas, ilesas, en modelos in vitro e in vivo.
Los investigadores informaron que el extracto de semilla de uva crea condiciones desfavorables para el crecimiento de las células. En concreto, daña tanto el ADN de las células cancerosas (a través del incremento de las especies oxígeno reactivas) como las vías que permiten la reparación, lo que disminuyó el crecimiento de ciertos cánceres hasta un 67% y dio lugar a un crecimiento reducido, a daños en el ADN y a la muerte celular (apoptosis) de líneas celulares de diversos cánceres.
"Nuestros resultados demuestran que el extracto de semilla de uva induce el daño del ADN a través de una acumulación de las especies oxígeno reactivas a nivel intracelular y la disminución de las enzimas de reparación del ADN, llevando a la detención del ciclo celular y a la apoptosis en las células humanas de estos carcinomas en cultivo", dijo el equipo de investigación.
Fuente: Hola Doctor
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