El Salvador tiene la tasa de mortalidad por cáncer, en mujeres, más alta de Centroamérica, según las estadísticas citadas por este estudio.

Los casos de cáncer en El Salvador aumentarán un 34.9% para el 2020, según una comisión internacional que determinó que hay una verdadera epidemia de esta enfermedad en América Latina.

En el 2009, se pronosticaban 9,400 casos de cáncer, pero para el 2020, la cifra alcanzará los 12 mil 680 casos, según el estudio de una comisión internacional de 72 personas, organizada por la prestigiosa revista de medicina The Lancet Oncology.

El estudio contó con científicos, funcionarios y médicos de América Latina, Estados Unidos y Reino Unido y duró un año.

El estudio reporta que El Salvador gastó en 2009, unos $34.6 millones en atender a nuevos pacientes de cáncer y el gasto per cápita equivale a 0.17% del Producto Interno Bruto. El Salvador, según el reporte, tiene una tasa de mortalidad de cáncer de 97.5 por cada 100 mil habitantes, esto es el segundo número más alto de Centroamérica, solo superado por Costa Rica, que tiene una tasa de 103.7 por cada 100 mil habitantes.

Pero en el caso de la mortalidad por cáncer en mujeres, la tasa es la más elevada de la región, con 102.0 por cada 100 mil habitantes.

En el caso de los hombres, la tasa es de 91.8 por cada 100 mil habitantes.

En febrero pasado, la ministra de Salud, María Isabel Rodríguez, expresó que lamentablemente aún es imposible dibujar la situación exacta del cáncer en el país. Ello se debe a que no existe un registro en detalle de cada tipo de cáncer que se atiende en todos los centros médicos del país, ya sea público, privados o del Seguro Social.

Según datos del Ministerio de Salud, en el año 2011 las consultas registradas por cáncer fueron 47 mil 762. Hubo 7 mil 566 egresos hospitalarios y se contabilizaron 799 defunciones a nivel nacional.

Causas ambientales del cáncer

El estudio de The Lancet Oncology advierte que en América Latina, la exposición a carcinógenos ambientales en los hogares y asentamientos rurales y urbanos, es bastante común. Un estudio en México concluyó que la exposición al humo de la leña se asocia con un tipo de cáncer pulmonar.

“Los investigadores sugieren que la exposición al humo de la leña podría explicar los altos índices de cáncer de pumón EGFR-mutante en regiones de América Latina”, señala el estudio, que advierte que “esta asociación requiere investigación adicional”.

Estudios similares en Honduras y Colombia proveen evidencia que la exposición al humo de leña aumenta el riesgo de neoplasia cervical y cáncer cérvico invasivo. Según el estudio, la exposición a pesticidas, desechos industriales y agua con elevadas concentraciones de arsénico, son otras de las causas probables.

Sin cifras exactas en el país

Hasta la fecha solo se han realizado registros discriminados para cáncer de tipo cérvicouterino, de mama y pulmón. Solo el Rosales atiende a cerca de 350 pacientes con cáncer de mama. La mayoría de quienes consultan son las mujeres, pero aún es una cantidad considerable que llegan en fases muy avanzadas.

En los hombres es el cáncer de estómago, próstata, colón y pulmón los que más los afectan. Impera entre los pacientes que asistan muy tarde a buscar asistencia médica.

A nivel de Centroamérica, El Salvador tiene el tercer lugar en incidencia de mortalidad por cáncer de cérvix con una tasa de 37.2. En primer lugar está Nicaragua con 39.9 y le sigue Honduras con 37.8.

Además de la consulta temprana se recomienda a todas las personas que eviten los  principales factores de riesgo como el consumo del tabaco o tener sobrepeso además de no tener una dieta adecuada. El 23.7% de la población salvadoreña tiene prevalencia de obesidad, según el estudio de The Lancet.

Solo el tabaco genera 22% de las muertes mundiales por cáncer en general. En El Salvador, un 11.7% de los adultos consumen tabaco. Un 21.5% de los hombres son fumadores y un 3.4% de las mujeres. Pero lo peligroso es que un 14.6% de los adolescentes (entre 13 y 15 años) consumen tabaco.

Los pacientes con cáncer deben someterse a cirugías invasivas, las quimioterapias y largos períodos de recuperación.

Fuente: El mundo