El Hospital La Fe de Valencia es el primer centro del mundo en aplica un prototipo de braquiterapia electrónica que está tratando por primera vez a pacientes con lesiones cancerígenas de piel que no son melanomas (lesiones basocelulares).
El conseller de Sanidad, Manuel Llombart, ha visitado este jueves el servicio de Oncología Radioterápica del Hospital, donde se ha presentado el nuevo equipo, que está tratando por primera vez a estos pacientes, en el marco de un ensayo clínico que está llevando a cabo el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS).
Los resultados iniciales se han presentado este mes en el congreso anual de la American Society for Radiation Oncology (Astro), que atrae a más de 11.000 participantes cada año y que ha tenido lugar en Atlanta, según ha informado la Generalitat en un comunicado.
"El Hospital La Fe ha sido seleccionado para ser el primer centro del mundo para tratar a pacientes con este novedoso equipo, denominado Esteya, gracias a su amplia experiencia en este campo y ya ha iniciado un estudio con 20 pacientes", ha explicado Llombart.
Los beneficios que trata de confirmar la investigación se centran en la reducción de la radiación a otras partes sanas del cuerpo, así como la disminución del tiempo de tratamiento.
En este proyecto colaboran el servicio de dermatología dirigido por el doctor Rafael Botella, el servicio de oncología radioterápica, encabezadp por el doctor Alejandro Tormo y la unidad de radiofísica, que lidera el doctor José Pérez Calatayud.
El estudio, que comenzó el pasado 11 de septiembre, consiste en establecer las condiciones dosimétricas del equipo, así como su control de calidad, junto con los resultados en los primeros 20 pacientes.
REDUCIR A LA MITAD EL TRATAMIENTO
La braquiterapia tradicional consiste en colocar isótopos radioactivos en contacto con la lesión del paciente. En el caso del equipo de braquiterapia electrónica Esteya, la radiación se produce mediante un tubo de Rayos X de 70 Kv, y cuenta además con mayor disponibilidad de tamaños de aplicadores, lo que facilita "la mayor adaptación de la dosis a cada lesión concreta, así como la mayor rapidez en la aplicación del tratamiento, que reduce a la mitad los seis minutos que se tarda actualmente".
Con motivo del inicio del estudio, oncólogos radioterápicos y físicos médicos del Lynn Cancer Hospital de Florida, de la Universidad de San Francisco y del Memorial Sloan Cancer Center de Nueva York, líderes mundiales en este tipo de lesiones, visitaron La Fe, donde tuvo lugar la presentación del protocolo de tratamiento, para conocer este equipo. Asimismo, La Fe también ha recibido estos días la visita de los máximos representantes de la empresa en Holanda y EEUU.
Los pacientes que participan en el estudio se someterán a una evaluación periódica de la lesión para valorar su tamaño (antes del tratamiento; y a las dos y seis semanas, tres, seis, doce y 24 meses). En concreto, los médicos están fotografiando el tumor para estudiar color y diámetro y para observar si hay irritación u otro tipo de detalles relevantes.
El Hospital La Fe de Valencia ha sido un centro con "gran tradición" en braquiterapia, ya que fue uno de los hospitales pioneros de esta disciplina en España. En este sentido, la unidad de radiofísica del Servicio de radioterapia forma parte de un grupo de investigación asociado a la facultad de Física de la Universitat de València que en 2005 desarrolló un aplicador de radioterapia que denominaron 'Valencia' para tratar lesiones basocelulares.
Se trata de unas lesiones de la piel poco profundas y pequeñas, localizadas sobre todo en el rostro, el cuello y manos, por ser zonas más expuestas al sol, y en menor medida en el tronco y extremidades. Son distintas al melanoma, pues no provocan metástasis. Afectan sobre todo a personas mayores de 50 años, de piel clara y que han estado expuestas durante mucho tiempo a la radiación solar.
SIN SECUELAS ESTÉTICAS
Este equipo se ha extendido a numerosos hospitales de Estados Unidos con muy buenos resultados en aspectos como la reducción de efectos secundarios y una gran satisfacción en los pacientes tratados, ya que además de desaparecer la lesión no presentan secuelas estéticas. Gracias a su amplio trabajo, el doctor Pérez Calatayud acaba de ser distinguido como uno de los 50 mejores médicos físicos del mundo, por la Organización Internacional de Sociedades de Física Medica (IOMP International Organizations on Medical Physics).
El servicio de oncología radioterápica, donde se llevan a cabo los tratamientos de braquiterapia, está dotado de la mejor tecnología disponible actualmente en el mercado. Tiene capacidad para atender a cerca de 1.800 pacientes al año. Cuenta con varios aceleradores lineales de altas prestaciones, mucho más precisos a la hora de aplicar la radiación en el paciente con un impacto más localizado en las zonas a tratar. De esta forma se consigue incrementar la dosis minimizando los daños en los órganos vitales que rodean el punto de radiación. Este tratamiento es importante para tumores en zonas delicadas como cabeza, cuello o cerca de la médula.
Fuente: Europapress.es
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