Por primera vez, las autoridades sanitarias del Gobierno de Estados Unidos han respaldado que se realice una prueba diagnóstica anual a las personas con alto riesgo de padecer cáncer de pulmón, una nueva situación que, según los expertos, disminuirá el número de muertes por esta enfermedad. El cáncer de pulmón, que mata entre 200.000 y 160.000 personas cada año en EE UU, es particularmente letal debido a que la mayoría de las veces no es detectado a tiempo para ser tratado, según las conclusiones publicadas este lunes en Annals of Internal Medicine. La recomendación está dirigida a personas de entre 55 y 80 años que de media hayan fumado un paquete diario en las últimas tres décadas o más. Además, la futura norma también incluye a aquellos que hayan fumado en los últimos 15 años.
"Es muy triste que el 90% de las personas que padecen cáncer de pulmón muera porque se les detectó la enfermedad en estadios muy avanzados", explicó la presidenta del USPSTF, Virginia Moyer en la web digital Político. "Aplicar pruebas de detección ayudará a diagnosticarlo en fases más tempranas", añadió.
El US Preventive Services Task Force (Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE UU, USPSTF en sus siglas en inglés) ya consideró la necesidad de la realización de pruebas preventivas para la detección del cáncer de pulmón en 2004, pero entonces sostuvo que había muy poca evidencia para poder sopesar los riesgos y los beneficios de estas pruebas. Desde entonces, y tras la evaluación de un importante estudio que concluyó que en determinadas situaciones y a determinadas edades estos tests podían reducir las muertes por esta enfermedad en un 20% y en un 7% por otra causa, el comité ha cambiado de opinión.
Cerca del 85% de los cánceres de pulmón detectados en el país pueden ser atribuidos a fumar y, de ellos, un 37% son fumadores habituales. El USPSTF calcula que esta decisión afectará a unos 10 millones de personas.
El comité solo lo aconseja para este grupo porque desconoce si los mismos tests serían eficaces para personas más jóvenes o para los que fuman menos. También excluye a las personas que hayan dejado el tabaco hace más de 15 años y a aquellos que estén muy enfermos o cuenten una salud delicada para someterse a tratamiento.
Si finalmente la decisión es aprobada, como se espera, el USPSTF habrá abierto una vía para que los seguros médicos cubran pruebas radiológicas, como escáners, a las personas con un mayor riesgo. La reforma sanitaria requiere que todos los seguros cubran todas las recomendaciones dictaminadas por este comité. Ahora, cada paciente paga un promedio de 170 dólares (128 euros) por cada prueba.
La recomendación también está respalda por la Sociedad Americana del Cáncer y la Asociación Cáncer de Pulmón, entre otras, y está abierta a sugerencias hasta el día 26 de agosto.
Algunas de las últimas órdenes ejecutadas por este comité han suscitado la polémica, ya que en la mayoría de los casos se ha opuesto a las pruebas rutinarias de detección por falta de evidencia científica. El año pasado, el USPSTF rechazó estos tests para detectar el tumor maligno de próstata y aconsejó disminuir la frecuencia de las mamografías.
Carolina García, Washington
Fuente: El País