Según una investigación realizada por médicos del Fox Chase Cancer Centre y Temple Health, la medición de los linfocitos (glóbulos blancos que combaten las infecciones) en la sangre de un paciente puede utilizarse para predecir los resultados en pacientes con linfoma no Hodgkin que reciben terapia con células T CAR.
El estudio, presentado en la 67.ª Reunión Anual y Exposición de la Sociedad Americana de Hematología (ASH), descubrió que un recuento absoluto de linfocitos (ALC) más alto y una tasa más rápida de aumento del ALC después de la terapia se relacionaban con mejores resultados, incluida la supervivencia sin progresión, la supervivencia general y la respuesta completa.
Una alta concentración de linfocitos en la sangre indica una fuerte respuesta inmunitaria.
Se trata de un hallazgo importante, ya que podría ayudar a los profesionales sanitarios a evaluar rápidamente cómo están respondiendo los pacientes al tratamiento y orientar las decisiones terapéuticas.
Gandler contó con la orientación de Anthony Stack, DO, profesor adjunto del Instituto de Cáncer de la Sangre y Terapia Celular de Fox Chase y autor principal del estudio, en su investigación.
Por qué son importantes los mejores marcadores
Durante la terapia con células T CAR, se recogen las células T de los pacientes y se modifican genéticamente para que expresen un receptor de antígeno quimérico que ayuda a localizar y destruir las células del linfoma.
A continuación, estas células T modificadas se reinyectan en el paciente.
La terapia CAR-T es un tratamiento relativamente nuevo para el linfoma no Hodgkin (LNH), por lo que se necesita más información sobre cómo y cuándo utilizarla en lugar de otras opciones de tratamiento y qué pacientes podrían beneficiarse más de ella.
Aunque la terapia es inicialmente muy eficaz en pacientes cuyo LNH ha recaído o se ha resistido a otros tratamientos, la mayoría acaba recayendo de nuevo.
Saber cómo identificar a esos pacientes en una fase temprana podría ayudar a los profesionales sanitarios a pasar a otras terapias más rápidamente.
Para el nuevo estudio, los investigadores analizaron la relación entre el recuento absoluto de linfocitos y los resultados del tratamiento en pacientes con LNH recidivante o resistente que recibieron un tipo de terapia CAR-T llamada axicabtagene ciloleucel, también conocida por su nombre comercial, Yescarta.
Principales conclusiones
Mayor ALC basal = mejor supervivencia: los pacientes cuyo ALC estaba por encima de la mediana al inicio del tratamiento tuvieron una supervivencia libre de progresión significativamente más larga y una supervivencia global más alta.
Aumento más rápido del ALC = respuesta más fuerte: los pacientes cuyo ALC aumentó más rápidamente en los primeros 10 días después del tratamiento tuvieron una mayor tasa de respuesta completa y una supervivencia libre de progresión más larga.
Pico temprano = pronóstico favorable: los pacientes cuyo ALC alcanzó su pico antes tuvieron mejores resultados de supervivencia.
Una herramienta práctica y de bajo costo
Aunque es la primera vez que se identifica la tasa de aumento de ALC como un posible marcador de la respuesta al tratamiento, Gandler afirmó que los resultados no son una sorpresa total.
«Tiene sentido que los pacientes que muestran respuestas inmunitarias robustas sean los que tienen una mejor supervivencia libre de progresión y una mejor supervivencia global», afirmó.
Es especialmente emocionante porque la comprobación del ALC de un paciente se puede realizar con los recursos hospitalarios existentes y a un coste relativamente bajo, añadió.
Mejor comprensión de la terapia con células CAR-T
El estudio forma parte de un esfuerzo más amplio encabezado por Stack para comprender mejor la terapia con células CAR-T, cómo utilizarla de la forma más eficaz y cómo afecta a diferentes poblaciones de pacientes.
Los investigadores esperan estudiar las tendencias de ALC en otras poblaciones de pacientes, incluidos los que reciben lisocabtagene maraleucel, un tipo diferente de terapia con células CAR-T.
Fuente: Temple University Health System
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