En el tratamiento del cáncer, disponer de herramientas precisas para predecir si un tumor se propagará (metastatizará) puede ayudar a los pacientes a recibir los tratamientos más adecuados.
Sin embargo, los métodos de predicción existentes no siempre funcionan igual de bien para todo el mundo.
En concreto, las pacientes negras con cáncer de mama o de colon suelen tener peores resultados que las pacientes blancas, a pesar de recibir una atención similar.
Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Rochester, publicado en Biophotonics Discovery, sugiere que las diferencias en la estructura del colágeno, la principal proteína del tejido conectivo, podrían ayudar a explicar parte de esta disparidad.
El estudio se centró en dos tipos de cáncer: el carcinoma ductal invasivo (una forma común de cáncer de mama) y el adenocarcinoma de colon en estadio I.
Los investigadores utilizaron una técnica de imagen especial llamada generación de segundo armónico (SHG) para examinar las fibras de colágeno en muestras tumorales de más de 300 pacientes.
Esta técnica les permitió medir cómo se organiza el colágeno en los tumores y alrededor de ellos, información que podría utilizarse para predecir el riesgo de metástasis.
Dos características resultaron de especial interés: la relación entre la luz dispersada hacia delante y hacia atrás por las fibras de colágeno (conocida como relación F/B) y la variabilidad de los ángulos de las fibras (variabilidad del ángulo de las fibras o FAV).
Estudios anteriores han demostrado que estas mediciones están asociadas con la probabilidad de metástasis.
En este estudio, los investigadores descubrieron que la relación F/B difería significativamente entre pacientes negros y blancos.
Entre las pacientes con cáncer de mama, la relación F/B en la interfaz tumor-estroma, una región clave donde las células cancerosas interactúan con el tejido circundante, era menor en las pacientes negras.
Este patrón se ha asociado anteriormente con un mayor riesgo de metástasis.
En los pacientes con cáncer de colon, los individuos negros tendían a tener relaciones F/B más altas, lo que también podría indicar un comportamiento más agresivo del tumor según investigaciones anteriores.
Curiosamente, la variabilidad del ángulo de la fibra (FAV) no difirió según la raza en ninguno de los dos tipos de cáncer.
Esto sugiere que no todas las características basadas en el colágeno se ven influidas por las diferencias raciales.
Los hallazgos plantean importantes preguntas sobre cómo las diferencias biológicas relacionadas con la raza, posiblemente influenciadas por la genética, el entorno u otros factores, podrían afectar a la progresión del cáncer y a la eficacia de las herramientas de diagnóstico.
También apuntan a la necesidad de una representación más diversa de los pacientes en los ensayos clínicos.
Si las herramientas de pronóstico se desarrollan utilizando principalmente datos de pacientes blancos, es posible que no funcionen tan bien para otros.
Los investigadores recomiendan que los futuros estudios clínicos incluyan más participantes de grupos infrarrepresentados para garantizar que los nuevos métodos de predicción sean precisos para todos los pacientes.
También hacen hincapié en la importancia de seguir estudiando cómo puede diferir la biología de los tumores entre las distintas razas para mejorar los resultados sanitarios de todos.