Científicos del Hospital Infantil de Investigación St. Jude, el Seattle Children's y el Grupo de Oncología Infantil (COG) han identificado nuevas variaciones genéticas que influyen en el riesgo de recaída en niños con leucemia linfoblástica aguda de células B de riesgo estándar (LLA-B SR), el cáncer infantil más frecuente.
La identificación de predictores genómicos de recaída en la LLA-B SR proporciona una base para la mejora del diagnóstico, la adaptación precisa de la intensidad del tratamiento y, potencialmente, el desarrollo de enfoques terapéuticos novedosos. El estudio se publicó en la revista Journal of Clinical Oncology.
La LLA de riesgo estándar tiene un pronóstico excelente, con tasas de remisión superiores al 90%. Sin embargo, alrededor del 15% de los pacientes que logran la remisión experimentan posteriormente una recaída.
Los estudios anteriores que examinaban las alteraciones genómicas para predecir el riesgo de recaída se han centrado principalmente en subgrupos de LLA de alto riesgo. La LLA B SR representa un grupo más amplio de pacientes y supone aproximadamente la mitad de los niños con LLA que recaen.
Este estudio es uno de los primeros en examinar sistemáticamente a gran escala los factores genéticos que influyen en el riesgo de recaída en la LLA B SR.
«La LLA, como cáncer infantil más común, es una gran historia de éxito con más del 90% de los niños curados. Pero sigue existiendo una población de niños cuya enfermedad no se cura completamente, y no hemos entendido completamente por qué es así», dijo el coautor principal, Charles Mullighan, MBBS (Hons), MSc, MD, Subdirector del Centro Oncológico Integral St. Jude y miembro del Departamento de Patología.
«Este estudio se centró en ese grupo de casos poco conocidos, en los que sabemos menos sobre las características que influyen en el riesgo de que el tratamiento no funcione y la enfermedad reaparezca».
Identificar las variaciones genéticas que modulan el riesgo
Los perfiles genómicos identifican alteraciones genéticas específicas asociadas con la susceptibilidad al cáncer, el riesgo de recaída y la forma en que los tumores responden a la terapéutica.
Estos estudios permiten a los científicos y a los médicos predecir la probabilidad de que los pacientes respondan a la terapia, lo que aporta conocimientos que configuran el tratamiento de la LLA infantil. Los resultados de este estudio en colaboración demuestran la importancia de los perfiles genómicos para determinar con precisión el riesgo de los pacientes en la LLA-B, junto con los criterios tradicionales.
«Estamos planeando reducir las terapias convencionales en el futuro para los niños con LLA porque sabemos que muchos pacientes pueden curarse con menos terapia», explicó el coautor principal, Mignon Loh, MD, líder del Centro de Cáncer y Trastornos de la Sangre del Seattle Children's, presidente emérito del Comité de LLA del COG, director del Centro Ben Towne para la Investigación del Cáncer Infantil del Seattle Children's y jefe de la División de Hematología Pediátrica, Oncología, Trasplante de Médula Ósea y Terapia Celular del Seattle Children's.
«Queremos asegurarnos de que identificamos con precisión a esos niños y, gracias al diseño especial del estudio, este proyecto nos permitió hacer precisamente eso».
Los científicos llevaron a cabo la secuenciación del genoma y el transcriptoma tanto en muestras de SR B-ALL que recayeron como en muestras que permanecieron en remisión completa en una proporción de uno a dos.
Descubrieron que los subtipos de LLA, las alteraciones genéticas y los patrones de aneuploidía (cromosomas de más o de menos) estaban asociados al riesgo de recaída y al tiempo transcurrido hasta la recaída. Algunos subtipos de LLA-B, como la hiperdiploide y la LLA ETV6::RUNX1, presentaban una baja frecuencia de recaída, pero otros, como la alteración PAX5, TCF3/4::HLF, ETV6::RUNX1-like y BCR::ABL1-like se asociaron a un mayor riesgo de recaída.
En particular, el tipo específico de cambios genéticos dentro de esos subtipos de LLA-B influyó aún más en el riesgo de recaída.
Este trabajo demostró que las variaciones genéticas y los subtipos de cáncer influyen en el riesgo de recaída en la LLA-B SR, y que los pacientes clasificados como de riesgo estándar pueden tener tumores con características de alto riesgo.
«La secuenciación completa del genoma fue importante para identificar de forma precisa y exhaustiva estos cambios, y no se habrían podido identificar todos sin ella», explicó Mullighan. «A los niños con LLA SR se les debería secuenciar el genoma de sus células tumorales en el momento de su diagnóstico inicial para identificar si sus células tumorales presentan estas características de alto riesgo, de modo que pueda aumentarse la intensidad de su terapia inicial».
«Más allá de las terapias convencionales, esta información también podría utilizarse para desarrollar y explorar estrategias de tratamiento novedosas y personalizadas», añadió Loh.
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