El carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello (HNSCC) es un grupo diverso de cánceres que se originan en los revestimientos mucosos de la cavidad oral, la orofaringe, la hipofaringe y la laringe.
En todo el mundo, el HNSCC es el sexto tipo de cáncer más común y presenta importantes retos sanitarios debido a su diagnóstico en fase tardía, que a menudo conlleva un mal pronóstico y una reducción de la calidad de vida.
Los principales factores de riesgo del HNSCC incluyen el consumo crónico de alcohol y tabaco, con factores adicionales como la masticación de nueces de betel que contribuyen de forma significativa en ciertas regiones como Asia Central y Meridional.
A pesar de los avances en las modalidades de tratamiento, la detección tardía del HNSCC sigue siendo un problema crítico, lo que pone de relieve la urgente necesidad de métodos eficaces de diagnóstico precoz y cribado.
El diagnóstico precoz implica tanto el "cribado" de individuos asintomáticos como la "detección de casos" en pacientes con lesiones identificadas. Esta revisión examina exhaustivamente las metodologías actuales y las actualizaciones en las prácticas de diagnóstico precoz del HNSCC.
Métodos
Esta revisión sistemática se adhiere a las directrices PRISMA y abarca una búsqueda exhaustiva en bases de datos como PubMed, Science Direct, Google Scholar y el Registro Cochrane.
La bibliografía revisada abarca publicaciones desde 2006 hasta 2022, empleando términos de búsqueda como "prevención", "cribado", "diagnóstico precoz", "cáncer de cabeza y cuello" y "médico general". Se excluyen de esta revisión los artículos centrados en el tratamiento especializado del HNSCC, lo que garantiza un enfoque en el diagnóstico precoz y las prácticas de cribado.
Cánceres orales (CO)
Los cánceres orales (CO), según la clasificación de la Clasificación Internacional de Enfermedades Oncológicas, implican neoplasias malignas de la cara interna de los labios, la lengua, las encías, el paladar, la mucosa oral y el suelo de la boca. En 2020, los CO representaron el 2% de todos los nuevos casos de cáncer y fueron responsables del 1,8% de las muertes por cáncer en todo el mundo.
Las tasas de incidencia más elevadas se observan en regiones como India, Sri Lanka, Pakistán, Bangladesh y Papúa Nueva Guinea. Los factores de riesgo de OC varían según la región, siendo la masticación de nuez de betel predominante en Asia, mientras que el consumo de tabaco y alcohol, una higiene dental deficiente y las predisposiciones genéticas son más importantes en Europa y Oceanía.
Las lesiones precancerosas en los CO incluyen la leucoplasia, la eritroplasia y la hiperplasia verrucosa, que potencialmente pueden progresar a malignidad. Se emplean varios métodos de cribado para la detección precoz de los CO:
Examen convencional: Consiste en una simple inspección visual y palpación de la cavidad oral, y sirve como herramienta de cribado primario no invasivo.
Autoexamen: En la actualidad, no existen pruebas suficientes que respalden la eficacia del autoexamen en los programas de cribado organizados.
Tinción con azul de toluidina: Este método tiñe selectivamente los tejidos cancerosos, aunque su sensibilidad y especificidad varían, por lo que es necesaria una mayor validación.
Citología exfoliativa: Esta técnica recoge células de las superficies mucosas, demostrando una sensibilidad y especificidad que oscila entre el 76,8% y el 88,9%.
Biomarcadores salivales: Estas pruebas no invasivas son prometedoras, pero están limitadas por los plazos y protocolos de procesamiento de las muestras.
Biomarcadores sanguíneos: Se utilizan marcadores moderadamente sensibles como el antígeno carcinoembrionario (CEA), el antígeno del carcinoma de células escamosas (SCCAA) y el fragmento de citoqueratina (CYFRA).
Biomarcadores de ADN libre de células: La presencia de ADN tumoral en circulación representa una herramienta potencial de detección precoz.
Imágenes de autofluorescencia: Este método diferencia los tejidos sanos de los cancerosos basándose en la distribución de fluoróforos.
Sistemas de detección basados en la luz: Se emplean varios métodos de luz para identificar cambios en la mucosa, aunque se requiere una mayor validación para su adopción generalizada.
Cánceres orofaríngeos (OPC)
Los cánceres orofaríngeos (OPC), que afectan a zonas como la base de la lengua, las amígdalas y las paredes orofaríngeas, representaron el 0,5% de los nuevos casos de cáncer y el 1% de las muertes por cáncer en 2020. La incidencia de los OPC positivos para el VPH está aumentando en los países desarrollados, lo que contrasta con un descenso de los casos negativos para el VPH. Los factores de riesgo clave incluyen el consumo de alcohol y tabaco, las nueces de betel, la infección por VPH y tener múltiples parejas sexuales. Los métodos de cribado de los OPC incluyen
Hisopos amigdalares: Han demostrado ser ineficaces para la detección del VPH.
Pruebas serológicas: Estas pruebas se dirigen a los anticuerpos del VPH, aunque no todos los cánceres positivos al VPH dan lugar a seropositividad.
Cáncer de laringe
El cáncer de laringe representó el 1% de los nuevos casos de cáncer y muertes en todo el mundo en 2020. Los principales factores de riesgo son el consumo excesivo de tabaco y alcohol, y algunos casos están relacionados con la infección por el VPH. Los estadios iniciales del cáncer de laringe se clasifican según el sistema TNM del AJCC/UICC. Los métodos de diagnóstico precoz del cáncer de laringe implican técnicas similares a las utilizadas para los CO y los OPC, incluidos los exámenes visuales, la detección de biomarcadores y las tecnologías de imagen.
Conclusiones
El diagnóstico precoz del HNSCC es imprescindible debido a la elevada morbilidad y mortalidad asociadas a la detección en estadios avanzados. Aunque se dispone de varios métodos de cribado, su eficacia varía, por lo que es necesario seguir investigando y desarrollar protocolos estandarizados para mejorar la detección precoz. La mejora de las prácticas de diagnóstico precoz repercutirá significativamente en los resultados de los pacientes, reduciendo la carga que supone el HNSCC y mejorando la calidad de vida.
El estudio se ha publicado recientemente en la revista Cancer Screening and Prevention.
Fuente: Xia & He Publishing Inc.