Las terapias antiestrogénicas pueden suprimir el crecimiento del cáncer que no expresa receptores estrogénicos; cuando se combinan con terapias de inhibidores de puntos de control inmunitarios, detienen la progresión tumoral en modelos de ratón.
Se sabe que los estrógenos, un grupo de hormonas femeninas, intervienen en la progresión del cáncer, especialmente el de mama. Alrededor del 75 % de los cánceres de mama son sensibles a los estrógenos: expresan el receptor hormonal de estrógenos α (ERα), y los estrógenos favorecen el crecimiento tumoral. Sorprendentemente, se ha observado que el estrógeno favorece el crecimiento tumoral en cánceres ERα-negativos, como el cáncer de mama triple negativo (TNBC), por razones que no se comprenden del todo.
Un equipo de investigadores del Instituto de Medicina Genética (IGM) de la Universidad de Hokkaido ha descubierto cómo el estrógeno afecta al microambiente tumoral y favorece el crecimiento tumoral en cánceres ERα negativos. Los resultados se publican en la revista British Journal of Cancer.
"En términos generales, el estrógeno afecta directamente a las células cancerosas para promover su supervivencia y proliferación, y se ha considerado que esto sólo es cierto para los cánceres sensibles al estrógeno", explica Nabeel Kajihara, autor principal del artículo. "También está documentado que los estrógenos desempeñan otras funciones en el microentorno tumoral, suprimiendo eficazmente la respuesta inmunitaria y protegiendo los tumores".
Los investigadores analizaron datos de pacientes del Atlas del Genoma del Cáncer (TCGA) y realizaron experimentos en cultivos celulares y modelos de ratones para comprender lo que estaba ocurriendo.
A partir de los datos del TCGA, observaron que, en el TNBC, el estrógeno suprime la inducción de células T citotóxicas, que suelen reconocer y destruir las células cancerosas. Confirmaron esta observación en modelos de TNBC y cáncer de colon en ratones, que no presentan sensibilidad a los estrógenos; a continuación, dieron un paso más y estudiaron los efectos de la terapia antiestrogénica en estos cánceres en modelos de ratones. La terapia con fulvestrant, el bloqueador de la señal estrogénica más eficaz aprobado actualmente para uso clínico, suprimió el crecimiento de las células tumorales. El crecimiento tumoral también fue suprimido por otros dos fármacos antiestrogénicos aprobados, el tamoxifeno y el anastrozol, lo que confirma que el bloqueo de la señal estrogénica fue el responsable.
Los bloqueantes de la señal estrogénica modulan la respuesta inmunitaria para aumentar la producción de linfocitos T citotóxicos, concretamente impidiendo la actividad de los estrógenos. El equipo también demostró que la terapia que combina bloqueadores de la señal estrogénica con una clase de fármacos denominados inhibidores del punto de control inmunitario (ICI) suprime drásticamente la progresión tumoral en modelos de ratón. En particular, la combinación de fulvestrant (antiestrógeno) y anti-CTLA-4 (ICI) suprimió por completo la progresión tumoral del TNBC.
"Hemos demostrado que las terapias antiestrogénicas pueden maximizar potencialmente la eficacia terapéutica de la inmunoterapia contra el cáncer, independientemente de la expresión ERα de las células tumorales", concluye el profesor Seino. "Sin embargo, éste es sólo el primer paso; se requiere investigación clínica futura para desarrollar terapias contra el cáncer que utilicen este enfoque".
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