El glioblastoma es el cáncer cerebral adulto más letal y maligno que puede surgir de células madre o progenitoras neurogliales.
Ciertas mutaciones genéticas o aquellos con antecedentes conocidos de otros cánceres y radioterapia pueden predisponer a los pacientes a desarrollar un cáncer cerebral.
La recaída del tumor es invariablemente inevitable debido a la resistencia del glioblastoma a las terapias estándar. Además, la naturaleza infiltrante de estas células tumorales hace que a menudo no sea posible extirparlas quirúrgicamente por completo.
Investigadores de la Facultad de Medicina Yong Loo Lin de la NUS han descubierto que el sulconazol, un fármaco antifúngico aprobado por la FDA, tiene propiedades anticancerígenas para las células del glioblastoma.
Este hallazgo se publica en el último número de Science Advances.
Una investigación en profundidad de este compuesto reveló que compite con la biotina (vitamina H), un importante cofactor de las enzimas metabólicas y modificador de las histonas, lo que le permite inhibir la función normal de las enzimas metabólicas dependientes de la biotina y la expresión génica específica asociada a la modificación de las histonas.
Esto compromete el metabolismo y la epigenética del glioblastoma, perjudicando así el crecimiento tumoral y la capacidad de invasión de las células del glioblastoma.
En las células de mamíferos, la holocarboxilasa sintetasa, o HLCS, es la enzima que sirve para distribuir la biotina a las proteínas dependientes de la biotina. El silenciamiento génico de la HLCS mitiga la tumorigenicidad del glioblastoma -su tendencia a desarrollar tumores- en modelos de ratón.
La alta expresión de HLCS también se asocia con el glioblastoma y con el resultado inferior de los pacientes con glioma.
Mientras que el HLCS está presente en los pacientes sanos, su expresión aumenta en los tumores de los pacientes con glioblastoma.
Las células de glioblastoma con mayor expresión de HLCS podrán suministrar mejor biotina a las enzimas metabólicas dependientes de la biotina y a las histonas, lo que da lugar a un glioblastoma más proliferativo e invasivo.
Así pues, la dependencia del glioblastoma de la distribución de biotina sugiere que puede explorarse la co-dirección racional del metabolismo dependiente de la biotina y las vías epigenéticas para la erradicación del glioblastoma.
"Dado que la biotina se encuentra en diversas fuentes alimentarias, como las legumbres, la yema de huevo y los despojos, y que se consume habitualmente como suplemento, estos hallazgos plantean la importante consideración de regular el consumo de biotina en los pacientes con glioblastoma.
Este descubrimiento también sentaría las bases para el desarrollo de combinaciones de fármacos a partir de pequeñas moléculas inhibidoras existentes o nuevas contra algunas de las enzimas metabólicas dependientes de la biotina y las modificaciones de las histonas para paralizar el glioblastoma; algunas de ellas ya se están explorando activamente en el tratamiento del cáncer", afirmó el profesor adjunto Derrick Ong, del Departamento de Fisiología, e investigador principal de este estudio.
Fuente: National University of Singapore, Yong Loo Lin School of Medicine