Trabajos anteriores realizados por un equipo de investigadores dirigidos por el doctor Steven N. Fiering, investigador de Inmunología e Inmunoterapia del Cáncer del Centro Oncológico Norris Cotton de Dartmouth y Dartmouth-Hitchcock, y la doctora Nicole Steinmetz, de la Escuela de Ingeniería Jacobs y el Centro Oncológico Moores de la Universidad de California en San Diego, demostraron que un virus vegetal que no infecta a los mamíferos, el virus del mosaico del caupí (CPMV), al ser inyectado en tumores cancerosos, estimulaba fuertemente al sistema inmunitario para que atacara y, a menudo, eliminara el tumor.
Sin embargo, se sabía muy poco sobre el reconocimiento inmunitario de los virus vegetales y sobre cómo y por qué el CPMV es excepcionalmente inmunoestimulante.
En un nuevo estudio, el equipo identifica cómo el CPMV es reconocido por el sistema inmunitario, lo que abre la puerta a que el CPMV se convierta en un nuevo fármaco biológico para el tratamiento del cáncer.
El CPMV es reconocido por el sistema inmunitario como un patógeno -cualquier agente infeccioso que pueda causar una enfermedad- a través de una familia de receptores en las células inmunitarias llamados receptores tipo Toll.
Los receptores tipo Toll reconocen moléculas que señalan la invasión de un patógeno y envían una señal de alerta a las células inmunitarias para que se movilicen y ataquen al patógeno.
Cuando se inyectan tumores con CPMV, el sistema inmunitario se activa y ataca los tumores mediante este reconocimiento de patrones patógenos. "El reconocimiento del CPMV por parte de los receptores tipo Toll ilustra cómo estos receptores son bastante flexibles y reconocen muchos más patrones moleculares de los que los inmunólogos conocían hasta ahora", afirma Fiering.
Durante el proceso de estimulación inmunitaria, las células inmunitarias liberan proteínas que señalan y activan otras células inmunitarias, conocidas como citoquinas.
El estudio del equipo, "Cowpea mosaic virus stimulates antitumour immunity through recognition by multiple MYD88-dependent toll-like receptors" (El virus del mosaico del caupí estimula la inmunidad antitumoral mediante el reconocimiento de múltiples receptores tipo peaje dependientes de MYD88), publicado recientemente en Biomaterials, identifica los tres receptores tipo peaje que reconocen el CPMV.
El artículo también destaca la importancia de una citoquina concreta, el "interferón alfa", para lograr un fuerte impacto antitumoral cuando se utiliza como vacuna in situ para tratar el cáncer.
La vacunación in situ, en la que los tumores se tratan directamente con reactivos inmunoestimulantes, tiene un poderoso potencial para mejorar la inmunoterapia del cáncer de forma segura y económica.
"La vacunación in situ ya ha hecho aportaciones al tratamiento del cáncer. La CPMV es un excelente reactivo que pronto podrá utilizarse para ayudar a los pacientes de la misma manera", afirma Fiering.
"El tratamiento de vacunación in situ de un tumor mediante CPMV puede estimular al sistema inmunitario para que ataque también a los tumores metastásicos distantes que no han sido tratados".
Fuente: Dartmouth-Hitchcock Medical Center
Imagen: UCSD