Un nuevo estudio realizado en más de 350.000 mujeres ha descubierto que las mujeres con dietas que incorporan más alimentos que aumentan la inflamación en el cuerpo tienen un 12% más de riesgo de padecer cáncer de mama en comparación con las mujeres que consumen más dietas antiinflamatorias.
Los nuevos resultados se presentan en Nutrition 2021 Live Online.
Los autores del estudio descubrieron que pasar de una dieta más antiinflamatoria a una que aumenta la inflamación elevaba el riesgo de cáncer de mama de forma casi lineal.
Entre los alimentos que aumentan la inflamación se encuentran la carne roja y procesada; los alimentos ricos en grasa, como la mantequilla, las margarinas y las grasas para freír; y los dulces, como el azúcar, la miel y los alimentos ricos en azúcar.
Las frutas, las verduras, las legumbres, el té y el café tienen propiedades potencialmente antiinflamatorias.
"La mayoría de los estudios que analizan la dieta y el riesgo de cáncer de mama se han centrado en nutrientes o alimentos concretos, en lugar de en la dieta en su conjunto", afirma la primera autora del estudio, Carlota Castro-Espin, becaria predoctoral del Instituto Catalán de Oncología y del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge, en Barcelona (España). "Las personas consumen alimentos, no nutrientes, por lo que examinar los patrones dietéticos globales, en lugar de los componentes individuales de las dietas, puede llevar a conclusiones más precisas cuando se analizan las asociaciones con un resultado de salud como el cáncer de mama".
Los nuevos resultados se basan en los datos del estudio European Investigation into Cancer and Nutrition (EPIC), un estudio prospectivo que reclutó a más de 500.000 participantes en 10 países europeos a partir de mediados de la década de 1990.
El estudio incluyó más de 13.000 diagnósticos de cáncer de mama durante aproximadamente 15 años de seguimiento.
La dieta típica de los participantes en el EPIC se midió durante un año mediante cuestionarios de frecuencia de alimentos o de historial dietético.
Los investigadores utilizaron esta información para calcular una puntuación inflamatoria para cada participante en el estudio basada en su ingesta de 27 alimentos.
Los investigadores examinaron los patrones dietéticos relacionados con la inflamación porque la inflamación de bajo grado a largo plazo se ha relacionado con el desarrollo del cáncer de mama.
El gran número de mujeres que participaron en el estudio permitió a los investigadores analizar con más detalle la relación entre los patrones dietéticos y el riesgo de cáncer de mama.
Su análisis mostró que el aumento del riesgo de cáncer de mama debido a las dietas proinflamatorias parece ser más pronunciado entre las mujeres premenopáusicas.
También descubrieron que la asociación no variaba según los subtipos de receptores hormonales del cáncer de mama.
"Nuestros resultados añaden más pruebas del papel que desempeñan los patrones dietéticos en la prevención del cáncer de mama", dijo Castro-Espin. "Con una mayor confirmación, estos hallazgos podrían ayudar a informar las recomendaciones dietéticas destinadas a reducir el riesgo de cáncer".
Como siguiente paso, los investigadores planean evaluar la asociación del potencial inflamatorio de la dieta y otros patrones dietéticos con la supervivencia del cáncer de mama utilizando a los participantes del estudio EPIC.
Fuente: American Society for Nutrition