Un estudio realizado por investigadores del Centro Oncológico de la Clínica Mayo ha descubierto que los pacientes con cáncer diagnosticados con COVID-19 que recibieron atención en casa mediante la monitorización remota del paciente tuvieron una probabilidad significativamente menor de requerir hospitalización por su enfermedad, en comparación con los pacientes con cáncer con COVID-19 que no participaron en el programa.
Los resultados del estudio se presentaron en la Reunión Anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica y se publicaron en el Journal of Clinical Oncology.
"Para nuestro estudio, evaluamos a 224 pacientes de la Clínica Mayo con cáncer a los que se les detectó COVID-19 a través de un cribado estandarizado antes de recibir el tratamiento del cáncer, o debido a los síntomas o a una exposición cercana", dice la doctora Tufia Haddad, oncóloga médica de la Clínica Mayo y autora principal del estudio. Los investigadores siguieron a los pacientes del 18 de marzo al 31 de julio de 2020.
La Dra. Haddad dice que al principio de la pandemia de COVID-19, Mayo Clinic desarrolló e implementó rápidamente un programa de monitoreo remoto de pacientes para apoyar a los pacientes de Mayo Clinic que fueron diagnosticados con COVID-19 y que corrían el riesgo de enfermarse gravemente.
El programa incluía el uso de tecnología en el hogar para controlar los niveles de oxígeno, los signos vitales y los síntomas de la infección por COVID-19, y un equipo de atención virtual centralizado de enfermeras y médicos para controlar a los pacientes.
El Dr. Haddad afirma que el programa había atendido a más de 8.000 pacientes en localidades rurales y urbanas de 41 estados hasta noviembre de 2020.
Los investigadores descubrieron que entre los pacientes que no requerían hospitalización urgente en el momento de su diagnóstico de COVID-19, aquellos cuya atención fue gestionada por el programa de monitorización remota de pacientes tenían una probabilidad significativamente menor de requerir hospitalización por su enfermedad, en comparación con los que no fueron gestionados por el programa.
"Tras equilibrar los dos grupos de pacientes que fueron o no gestionados por el programa de monitorización remota en función de factores que se sabe que influyen en los resultados de la COVID-19, como la edad avanzada, el sexo masculino y la obesidad, se produjo una reducción del 78% en el riesgo de hospitalización (un riesgo del 2,8% para los pacientes del programa de monitorización remota, frente al 13% para los pacientes que no estaban en el programa) atribuido al programa de monitorización remota", afirma el Dr. Haddad.
Además, el Dr. Haddad afirma que cuando los pacientes con cáncer que habían sido tratados mediante el programa de monitorización remota eran hospitalizados, experimentaban menos hospitalizaciones de más de una semana, ingresos en la UCI y muertes.
"Es posible que nuestros resultados se debieran a la detección precoz de síntomas adversos y tendencias de los signos vitales que permitieron intervenciones asistenciales más tempranas para alterar la trayectoria de la enfermedad". La Dra. Haddad se siente alentada por los resultados, pero advierte que serán necesarias más investigaciones para confirmarlos.
Fuente: Clínica Mayo
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