Las mutaciones en el ADN de las "fábricas" de energía de la célula aumentan las posibilidades de supervivencia de las personas con cáncer de intestino, según un estudio publicado en Nature Metabolism y financiado por Cancer Research UK.
Científicos del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York y del Cancer Research UK Beatson Institute de Glasgow (Escocia) han comprobado que los pacientes con cáncer colorrectal, una forma común de cáncer de intestino, tenían un riesgo de muerte entre el 57 y el 93% menos, dependiendo de la presencia y el tipo de mutaciones del ADN mitocondrial en sus tumores.
Se calcula que en Estados Unidos se produjeron unos 148.000 nuevos casos de cáncer colorrectal en 2020, con unas 53.200 muertes por esta enfermedad.
Descubrir nueva información sobre la enfermedad es vital para salvar vidas, ya que representa alrededor de 1 de cada 11 muertes por cáncer en los Estados Unidos.
Los investigadores esperan que, en el futuro, los médicos puedan utilizar esta información para identificar a los pacientes con formas más agresivas de cáncer de intestino, de modo que puedan recibir los tratamientos más eficaces.
Mientras que la mayor parte de nuestro ADN se encuentra en el centro de nuestras células, en el núcleo, también tenemos una parte en las mitocondrias, que son pequeñas estructuras que se encuentran en nuestras células y que nos ayudan a convertir los combustibles de carbono, como el azúcar, en energía.
Al igual que nuestro ADN nuclear principal puede tener errores al azar, o "mutaciones", lo mismo puede ocurrir con el ADN de nuestras mitocondrias.
Se sabe que las mutaciones mitocondriales pueden encontrarse en las células cancerosas, pero se ha investigado poco sobre lo que hacen o si tienen algún efecto en la respuesta al tratamiento o en la evolución del cáncer.
Para responder a estas preguntas, los investigadores colaboraron al otro lado del Atlántico para cotejar y analizar los datos del mayor conjunto de datos publicados sobre muestras tumorales que incluyen datos del genoma mitocondrial y los correspondientes resultados clínicos de los pacientes.
Al analizar estos datos de 344 pacientes con una forma común de cáncer de intestino conocida como cáncer colorrectal, los investigadores pudieron relacionar grupos de mutaciones con la probabilidad de supervivencia.
Descubrieron que, tras controlar otras variables que afectan al riesgo de cáncer, como la edad, la presencia de mutaciones mitocondriales se asociaba a una disminución del 57 al 93% del riesgo de muerte por cáncer colorrectal, dependiendo del tipo de mutación del ADN mitocondrial.
El equipo también quería saber la frecuencia de las mutaciones mitocondriales en el cáncer en general.
Utilizaron técnicas genéticas de vanguardia para examinar los datos existentes de más de 10.000 muestras de tumores de 23 tipos de cáncer y buscar mutaciones mitocondriales que se repitieran con frecuencia.
Descubrieron que las mutaciones mitocondriales estaban presentes en casi 6 de cada 10 muestras de tumores, y que 25 de los 30 genes con más mutaciones en los cánceres estaban presentes en el genoma mitocondrial.
Estos resultados indican que las mutaciones mitocondriales podrían desempeñar un papel en la supervivencia más allá del cáncer de intestino.
Es necesario seguir investigando para comprender las implicaciones más amplias de las mutaciones mitocondriales en los distintos tipos de cáncer y profundizar en los fundamentos biológicos que las sustentan.
El Dr. Ed Reznik, coautor principal del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering, dijo: "Utilizando datos ocultos a la vista, hemos demostrado que una pieza crítica de la maquinaria celular para producir energía se rompe con bastante frecuencia en los cánceres.
Ahora se plantea la cuestión de cómo estas mutaciones en el ADN mitocondrial podrían explotarse como objetivos farmacológicos".
El Dr. Payam Gammage, coautor y jefe de grupo en el Instituto Beatson de Investigación del Cáncer del Reino Unido, dijo: "Este nuevo estudio arroja luz sobre el impacto de las mutaciones del ADN mitocondrial en el cáncer, que se han pasado por alto durante décadas.
Este descubrimiento podría tener una enorme repercusión en la atención a los pacientes, con la posibilidad de modificar los tratamientos sugeridos y las perspectivas de los pacientes en función del estado del ADN mitocondrial de su cáncer.
Sin embargo, será necesario seguir investigando para trasladar estos descubrimientos del laboratorio a la clínica".
Michelle Mitchell, directora ejecutiva de Cancer Research UK, dijo: "Este trabajo pone de manifiesto lo mucho que queda por descubrir sobre el funcionamiento interno del cáncer, y todos esos avances para las personas con cáncer que aún tenemos que desvelar.
Se pueden conseguir cosas increíbles a través de la investigación, y los beneficios son aún mayores cuando colaboramos con institutos de categoría mundial como el Memorial Sloan Kettering Cancer Center.
Estamos deseando ver adónde nos lleva esta área de investigación relativamente inexplorada, que podría tener un potencial fantástico para los enfermos de cáncer."
Fuente: Cancer Research UK