El estudio respalda el desarrollo de vacunas dirigidas a los genes impulsores de tumores y genes de resistencia
La vacuna para cáncer de mama HER2 positivo que se está probando en un ensayo clínico en el Duke Cancer Institute es parte de una estrategia efectiva de dos medicamentos para preparar al sistema inmunitario para combatir tumores, según publican en ‘Clinical Cancer Research’, la revista de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer.
La vacuna se ha desarrollado en el Duke y se dirige a la proteína HER2, que es la causa del cáncer de mama HER2 positivo y la causa de aproximadamente el 20 por ciento de todos los casos de cáncer de mama.
Si bien la vacuna funciona en cierta medida por sí sola, el tumor aún puede activar estrategias de respaldo para la supervivencia. Pero cuando se combina con los inhibidores del punto de control inmunitario existentes, la acción doble resulta altamente efectiva, aseguran los investigadores.
“Este estudio respalda el desarrollo de vacunas dirigidas a los genes impulsores de tumores y genes de resistencia, lo que creemos que es crítico para establecer respuestas inmunes antitumorales efectivas”, señala el director del estudio Zachary Hartman, profesor asistente en los departamentos de Cirugía y Patología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke.
Hartman y su equipo encontraron que las células T específicas de HER2 inducidas por la vacuna eran esenciales para la respuesta inmune. Además, fue más efectivo obtener las células T al comienzo del desarrollo del tumor, un hallazgo que tiene implicaciones para los diseños de ensayos clínicos que típicamente reclutan pacientes después de que los tratamientos estándar han fallado.
Combinada con un inhibidor del punto de control
El tratamiento con la vacuna en investigación mejoró significativamente cuando se combinó con el medicamento inhibidor del punto de control pembrolizumab. Cuando se usa solo, el pembrolizumab ha demostrado un beneficio limitado para el cáncer de mama HER2 positivo.
Al trabajar en conjunto, la vacuna prepara el sistema inmune y el inhibidor del punto de control reúne a las células T a la acción, lo que resulta en una reducción pronunciada del tumor y una supervivencia libre de tumor a largo plazo.
“La premisa básica es que los inhibidores del punto de control inmunitario funcionan muy bien si el organismo ya ha provocado una respuesta inmunitaria, pero no funcionan bien en ausencia de ella –señala H. Kim Lyerly, profesor en los departamentos de Cirugía, Inmunología y patología en la Facultad de medicina de la Universidad de Duke y autor de este estudio– Nuestra vacuna inicia la respuesta antitumoral y, en combinación con los inhibidores del punto de control, funciona perfectamente”.
Fuente: Duke Health