Una dieta rica en fibra podría reducir las probabilidades de fallecer de cáncer de colon, según sugiere un nuevo estudio.
Entre las personas tratadas por un cáncer de colon sin metástasis, por cada 5 gramos de fibra añadidos a su dieta se redujeron sus probabilidades de fallecer en casi un 25 por ciento, dijo el investigador principal, el Dr. Andrew Chan, profesor asociado en el departamento de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.
"Lo que uno come después del diagnóstico podría marcar una diferencia", aseguró Chan. "Existe la posibilidad de que aumentar su consumo de fibra en realidad podría reducir la tasa de mortalidad por cáncer de colon y quizá incluso por otras causas".
Pero Chan advirtió que el estudio no demuestra que la fibra adicional provocara que las personas vivieran más tiempo, sino solo que ambas cosas estaban asociadas.
La fibra se ha vinculado con un mejor control de la insulina y con una menor inflamación, lo que podría explicar que la supervivencia fuera mejor, sugirió. Además, una dieta rica en fibra podría proteger a las personas de desarrollar cáncer de colon en primer lugar.
Los mayores beneficios se atribuyeron a la fibra de los cereales y los granos integrales, según el informe. La fibra de la verdura se asoció con una reducción general de la mortalidad, pero no concretamente con la mortalidad por cáncer de colon, y la fibra de la fruta no se asoció con una reducción de la mortalidad por ninguna causa.
La fibra de los alimentos, no de los complementos, se asoció con una mejor supervivencia, dijo Chan, que también es profesor asociado de gastroenterología en el Hospital General de Massachusetts, en Boston.
La fibra es beneficiosa para todo el mundo, no solo para las personas con cáncer de colon, dijo Samantha Heller, nutricionista clínica del Centro Médico de la Universidad de Nueva York, en la ciudad de Nueva York.
"Los estadounidenses están obteniendo un suspenso en la ingesta de fibra", lamentó. "De hecho, menos del 3 por ciento de los estadounidenses consumen la cantidad recomendada de fibra de 25 a 38 gramos al día".
La fibra es crítica para la salud óptima y la prevención de enfermedades, explicó Heller.
La fibra que se encuentra en los alimentos mantiene al sistema gastrointestinal en movimiento, mejora la sensación de saciedad, ayuda con el manejo del peso, lucha contra el cáncer y alimenta a los billones de microbios beneficiosos que viven en el intestino, enfatizó.
"La fibra de las plantas es el alimento que eligen estos microbios gastrointestinales", señaló Heller. "La investigación sugiere que cuando los alimentamos bien, nos mantienen sanos, luchan contra las enfermedades (como el cáncer, la enfermedad cardiaca, la diverticulosis y la esclerosis múltiple) y podría incluso reducir el nivel de depresión y de otras enfermedades mentales".
La fibra dietética se encuentra en los alimentos procedentes de las plantas, como los frijoles, los granos integrales, los frutos secos, la verdura y la fruta. "Cuando uno come más plantas se está cargando de fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes", dijo.
Para obtener más fibra de la dieta, Heller sugiere que comer un sándwich de plátano y mantequilla de cacahuate con pan integral para el almuerzo, y un refrigerio de edamame asado o humus y cogollitos de brócoli.
Incluir dos platos de verdura en cada cena, comer galletas y cereales integrales como el trigo molido, y cambiar el arroz blanco y las papas fritas por quínoa, cebada, avena y farro también sería útil, aconsejó.
Para realizar el estudio, Chan y sus colaboradores recopilaron datos de 1,575 hombres y mujeres que participaron en el Estudio sobre la salud de las enfermeras y en el Estudio de seguimiento a los profesionales de la salud, y que habían recibido tratamiento por cáncer de colon o rectal que no se había propagado más allá del colon.
En concreto, el estudio observó el consumo total de fibra entre 6 meses y 4 años después del diagnóstico de cáncer de los participantes. Los investigadores también examinaron las muertes por cáncer de colon y por cualquier otra causa. En un periodo de 8 años, 773 participantes fallecieron, incluyendo 174 de cáncer colorrectal.
Las conclusiones del estudio son limitadas, e indican que es una asociación, pero no una prueba, porque los participantes reportaron ellos mismos cuánta fibra comieron y de dónde procedía, lo que significa que los datos podrían estar sesgados por la memoria de las personas y la tendencia a decir a los investigadores lo que creen que ellos quieren escuchar.
Fuente: Medline Plus