Los adolescentes que "vapean" regularmente con cigarrillos electrónicos son más propensos a convertirse en fumadores de cigarrillos más empedernidos y con mayor frecuencia, encuentra una nueva investigación.
Una encuesta de estudiantes en 10 escuelas públicas del condado de Los Ángeles encontró que los adolescentes que vapean con frecuencia tienen más del doble de probabilidades de comenzar a fumar "más o menos semanalmente", apuntó el investigador líder, Adam Leventhal.
Además, esos adolescentes son el doble de propensos a fumar más cigarrillos en los días en que fuman, añadió Leventhal.
"Mientras más vapea, más probable es que fume (cigarrillos) en el futuro. Fumará con más frecuencia y fumará más cigarrillos al día los días que fume", advirtió Leventhal.
Leventhal es profesor de medicina preventiva y psicología en la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles.
Pero el estudio solo encontró una asociación entre vapear y fumar, no una relación causal.
Las investigaciones anteriores también encontraron una conexión entre el uso de los cigarrillos electrónicos entre los adolescentes y el uso posterior de tabaco.
La industria de los cigarrillos electrónicos criticó al nuevo estudio por definir el vapeo o el fumar como "frecuente" como tres o más días de cada mes.
"¿Por qué? Porque a pesar de tener una muestra de más de 3,000, los autores solo pudieron identificar a una fracción de estudiantes que habían pasado a fumar cigarrillos a cualquier nivel, mucho menos en realidad a fumar de forma frecuente o empedernida", dijo Gregory Conley, presidente de la Asociación Americana del Vapeo (American Vaping Association).
Más de un tercio de los estudiantes de décimo curso en Estados Unidos reportan que vapean con cigarrillos electrónicos, señalaron los investigadores en la información de respaldo.
Para su estudio, Leventhal y sus colaboradores encuestaron a casi 3,100 estudiantes de décimo curso en el área de Los Ángeles, primero en otoño de 2014 y de nuevo seis meses más tarde.
"Fue un periodo corto pero importante", dijo Leventhal. "Los adolescentes que comienzan a fumar y se hacen fumadores regulares más o menos a esta edad de los 16 son más propensos a convertirse en fumadores crónicos a lo largo de la adultez".
Los investigadores se mostraron de acuerdo en que no muchos niños admitieron fumar ni vapear en los 30 días anteriores. Alrededor de un 95 por ciento de los niños dijeron que eran no fumadores, y más o menos un 98.5 por ciento afirmaron que nunca habían vapeado, mostraron los hallazgos del estudio.
Pero los niños que sí vapeaban eran más propensos a fumar cigarrillos, y un vapeo más frecuente se asoció con fumar cigarrillos de forma más frecuente y empedernida, comentó Leventhal.
Quizá los niños se enganchen a la nicotina y recurran al tabaco para obtener una dosis más alta, especuló Leventhal. Los cigarrillos electrónicos también podrían funcionar como un "entrenamiento" que los prepara para fumar cigarrillos de tabaco, añadió.
"Una vez comienzan a fumar, es una sensación que no les es desconocida", dijo Leventhal. "Han experimentado el acto de inhalar esas nubes de vapor de los cigarrillos electrónicos, y de exhalarlas. Cuando fuman un cigarrillo regular, podría ser más placentero en comparación con alguien que fume un cigarrillo por primera vez y nunca antes haya tenido la experiencia de inhalar una sustancia".
Los hallazgos dan credibilidad a los peores miedos de la Asociación Americana del Pulmón (American Lung Association), dijo el Dr. Norman Edelman, asesor científico principal de la asociación.
"Es exactamente de lo que la Asociación Americana del Pulmón se ha preocupado. Tememos que este producto haga adictos a los jóvenes a la nicotina y conduzca a que fumen más", lamentó Edelman. "Es lo contrario a lo que dicen los defensores de los cigarrillos electrónicos, pero este estudio contradice sus afirmaciones".
Contando con esta y otras investigaciones, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. debe intervenir y comenzar una regulación estricta de los cigarrillos electrónicos, planteó Edelman.
La FDA prohibió las ventas de los cigarrillos electrónicos a los menores de edad, pero puede tomar más medidas, como prohibir cualquier mercadeo que parezca dirigirse a los adolescentes, dijo.
Conley replicó diciendo que "el aumento en la experimentación con el vapeo ha impulsado unos declives históricos en el tabaquismo adolescente".
Entonces, añadió, "sería una mala práctica de salud pública usar estudios con parámetros mal definidos, como este, como excusa para denegar a los adultos el acceso a estos productos, que son mucho más seguros".
El estudio aparece en la edición del 8 de noviembre de la revista Journal of the American Medical Association.
Fuente: Medline Plus