Fumar conduce a la insuficiencia cardiaca al provocar que las paredes del corazón se engrosen y al reducir la capacidad de bombeo del corazón, muestra un estudio reciente.
La investigación también encontró que fumar más y durante más tiempo en el transcurso de la vida se asociaba con un mayor daño cardiaco.
Los investigadores evaluaron los corazones de 4,580 adultos de EE. UU. mediante una ecocardiografía, que es un ultrasonido del corazón. La edad promedio de los participantes era de casi 76 años. Ninguno tenía ningún signo obvio de enfermedad cardiaca.
Incluso tras tomar en cuenta factores como la edad, la raza, la grasa corporal, la presión arterial, la diabetes y el consumo de alcohol, los fumadores actuales tenían unas paredes del corazón más gruesas y una función de bombeo reducida en comparación con los no fumadores y los ex fumadores, mostró el estudio.
El estudio aparece en la edición del 13 de septiembre de la revista Circulation: Cardiovascular Imaging.
Hace mucho que se sabe que fumar se vincula con la insuficiencia cardiaca, incluso en las personas sin enfermedad cardiaca. Pero los expertos en salud no sabían de qué forma fumar aumentaba el riesgo de insuficiencia cardiaca.
"Estos datos sugieren que fumar puede conducir de forma independiente a un engrosamiento del corazón y a un empeoramiento de la función cardiaca, lo que podría llevar a un riesgo más alto de insuficiencia cardiaca, incluso en personas que no sufren ataques cardiacos", comentó el autor del estudio, el Dr. Wilson Nadruz Jr., investigador del Hospital Brigham and Women's, en Boston.
Esos hallazgos refuerzan las recomendaciones que señalan que fumar es peligroso y que se debe abandonar el hábito, comentó Nadruz en un comunicado de prensa de la revista.
El Dr. Scott Solomon, autor principal del estudio, es profesor de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard y en el Hospital Brigham and Women's. "La buena noticia es que los ex fumadores tenían una estructura y una función cardiacas similares en comparación con los que nunca habían fumado", dijo.
"Esto sugiere que los efectos potenciales del tabaco en la [pared cardiaca] podrían ser reversibles tras dejar de fumar", añadió Solomon.
Fuente: Medline Plus